Nos atraen las historias de amor que han perdurado en el tiempo, a pesar de los momentos vividos, sin preguntarnos si ellos también la pasaron mal. Simplemente es más fácil para nosotros concluir que las relaciones eran mucho más difíciles de romper en ese entonces, y complementar la idea con varias explicaciones.

Pero si tuviéramos curiosidad acerca de lo que nos muestra la historia de la salud de las relaciones, podríamos notar cómo las parejas en relaciones a largo plazo tienen algunas herramientas clave que usan para navegar en la línea de tiempo en tándem. Más exactamente:

• usan el diálogo – para tener conversaciones difíciles; 
• tienen una cuenta bancaria emocional; 
• saben usar expresiones para crear seguridad y reparar el daño creado; 
• expresa respeto relacional; 
• evitar caer presa de patrones negativos. 

El camino de la discusión al diálogo

Según huffpost.com, una de estas herramientas, de la que no se desvían las parejas que son buenas juntas, es la apertura misma para tener conversaciones difíciles. La normalización de la idea de conflicto relacional conduce a una aceptación natural de que somos seres humanos, con evoluciones dinámicas que merecen ser ajustadas, según las necesidades y hábitos de cada uno de nosotros.

Esta es la opinión de Ana Băiescu, doctora en psicología y psicoterapeuta imago certificada internacionalmente: «Los miembros de la pareja se dan Cuenta y aceptan que son diferentes y esto a veces puede conducir a conflictos. Pero sabemos que estos conflictos son formas de expresar necesidades, miedos o sufrimientos insatisfechos. Y así, se pueden curar o transformar”. Asimismo, Ana Băiscu valora que “hay formas saludables de comunicar ciertos aspectos que nos crean malestar, por ejemplo, a través del diálogo. Escucho el mensaje de mi pareja para entenderlo, no para dar una respuesta. Con mucha curiosidad, apertura, empatía».

Por eso, los especialistas en salud relacional nos instan a no dejar que el tiempo decida por nosotros, sino a tener el coraje de abordar con confianza temas dolorosos o tabú con nuestro compañero de vida. Cuanto más honestos seamos y logremos verbalizar aspectos de nuestra vida, mayor será la conexión en pareja. Aunque estas conversaciones presionan nuestros botones de vulnerabilidad, también aumentan nuestro acceso a la intimidad y el conocimiento. Más información sobre cómo tener un diálogo inteligente y cómo pasar del conflicto a la conexión está disponible en el libro recientemente publicado:  Imago Therapy: The Science of Relationships . 

Cuenta bancaria emocional

Hace poco escuché la noción de «contabilidad emocional» y admito que no esperaba una frase así relacionada con las emociones y los sentimientos. Y sin embargo, esta es otra herramienta de relación, que las parejas experimentadas toman en cuenta, sin llevar la cuenta de lo bueno y lo no tan bueno de la pareja. Como dice el Dr. John Gottman , experto en relaciones , cada pareja debe tener una Cuenta Bancaria Emocional, en la que puedan confiar en momentos difíciles o de crisis. 

¿Qué podemos hacer para hacer crecer esta cuenta? Pues no tenemos que recolectar dinero, sino buenas obras: gestos positivos, sorpresas, pequeñas atenciones o actitudes positivas hacia la persona con la que vivimos nuestra vida. Tales microcomportamientos mantienen la seguridad emocional y nos protegen del dolor inevitable que ocurre en cualquier relación.  

Y la psicoterapeuta Ana Băiescu nos recuerda: “La relación de pareja es un viaje. Un camino que recorremos juntos a diferentes ritmos, sin contar los pasos del otro». Y para los momentos difíciles, recomienda programar un diálogo con escucha del mensaje recibido, espejo, validación y empatía: “Quiero tener un diálogo sobre lo que pasó. ¿Estás listo para escucharme?». Estas expresiones de relación pueden parecernos un poco artificiales, pero eso es solo porque nuestras mentes tienden a relacionarse con los patrones obtenidos de la familia. En consecuencia, si no vimos a nuestros padres comunicarse de esta manera, no significa que estas expresiones sean inapropiadas, es solo una indicación de que tenemos algo que aprender. 

Aceptación, reparación y respeto.

Aceptar los defectos del otro puede ser un buen escudo contra la distancia entre los socios, un espacio que se hace cada vez más grande con la aparición de las decepciones, pero también de las frustraciones acumuladas en el tiempo. Es así como sucede que en las parejas sólidas, la elección de decir «lo siento» o «perdóname» es un hábito común, saludable y destinado a reparar las rupturas que se presentan, inherentemente, con o sin la voluntad de los dos. actores conyugales. 

Como suele señalar el psicoterapeuta relacional Gáspár György: «La base de las relaciones felices no es la ausencia de errores, sino la voluntad de reparar el daño causado». Lo que significa que no vale la pena consumir nuestra energía para evitar todo error y mimar la perfección, es mucho más sabio vivir auténticamente, aceptar nuestros puntos de crecimiento y recordar que al nacer ninguno de nosotros firmó ningún contrato de perfección.  

Igualmente, las parejas sólidas experimentan, de la manera más seria, el respeto. Por supuesto, también hubo momentos de enojo, frustración e ira en su historia, pero todo esto no viene con la falta de respeto. Lanzar varias invectivas y menospreciar al otro significativo en nuestra vida no hace nada (ni siquiera para nuestra psique, en el momento en que las pronunciamos). Además, como leemos  en los libros de psicología relacional  , la crítica debe ser sustituida por la vulnerabilidad y la expresión abierta de necesidades o dolores. Una vez más, se nos anima a hacer lo mejor que podamos sin difundir más negatividad ni tirar de las riendas del control. 

Ya sea que llevemos poco o mucho tiempo en una relación amorosa, es necesario recordar que la otra mitad de la pareja no nos pertenece, no es un bien que «adquirimos» y que no ya no es necesario vamos a darle más cuidado, amor y atención.

Del mismo modo, después de demasiadas experiencias fallidas, las personas tienden a creer que las relaciones a largo plazo ya no «construyen», pero  los psicoterapeutas  tienden a desmantelar estas suposiciones. La psicóloga Ana Băiescu valora que hay parejas que alcanzan un sano equilibrio desde el punto de vista psicológico y combinan conscientemente varios ingredientes que hacen que la relación funcione.

¿Qué nos queda después de este artículo?

En conclusión, si queremos tener una relación duradera es importante no hacer las siguientes cosas: 

1. No evitemos las conversaciones difíciles ,  pero aprendamos a manejarlas con madurez, utilizando lo que los psicólogos llaman diálogo. 
2. No llevemos cuenta de conductas , sino optemos por incrementar nuestra cuenta bancaria emocional. Hacemos todo el bien posible, sabiendo que de esta manera la relación solo puede ganar. 
3. Dejemos la ira a un lado y atrevámonos a funcionar como adultos relacionalmente maduros. «¡Perdóname!», «¡Lo siento!» – son expresiones que no deberían faltar en nuestro vocabulario. 
4. Olvidémonos de apodos, etiquetas o desprecios ,  pero optando por hablar abiertamente de lo que nos duele o molesta. 
5. No tratemos a nuestros socios como objetos a nuestra disposición . Los seres humanos tenemos el derecho innato al respeto, y tenemos el deber de expresar respeto a través de cada gesto, palabra o actitud.