¿Alguna vez te has sentido solo, fuera de lugar en el mundo, sin energía ni motivación? ¿Se siente alienado de sí Mismo y las emociones que experimenta son aburridas y sin vida? Puedes sentir tu alma llena de amargura, vergüenza, inutilidad y significado.

Si algo de este paisaje Interior ha poblado tu alma en algún momento, es muy posible que te hayas encontrado con la Dama Negra de la depresión en el camino. Propongo en este artículo que desenredemos juntos los nudos que mantienen tu alma encadenada y no te permiten florecer y realizar el maravilloso potencial con el que has sido dotado.

¿Cómo se manifiesta la depresión?

Nuestra psique es un universo sutil y complejo, cavado por profundos ríos interiores. Es fuerte, ilimitado y vulnerable a la vez. Puede alcanzar alturas misteriosas, pero también puede perderse en los sinuosos caminos del abismo subterráneo.

La depresión  es una enfermedad del alma que trae consigo un estado de letargo indefinido, una aridez espiritual, que te hace sentir atrapado en una oscuridad del inconsciente. La realidad interior y exterior pierden su sabor y encanto, como si todo se volviera insípido, ingrávido y fantasmal.

La depresión es, al mismo tiempo, una estrecha puerta iniciática que, a través de llamadas ocultas, evoca trasfondos llenos de sabiduría y riqueza. Si logras derretir la coraza del alma que te mantiene encadenado y permites que la luz penetre en tu interior, saldrás de la depresión metamorfoseado y enriquecido. Si aprendes a conectarte con la profundidad de tu sufrimiento, a enfrentar lo que puede revelarte más misteriosa y profundamente, la gracia de la existencia se te revelará con una fuerza nunca antes vista. La depresión también es un don, una fuerza que nos revela el misterio secreto de nuestro ser, el infinito por dentro y por fuera, así como nuestra profunda conexión con la vida y con los demás.

Lo que es propio de las experiencias depresivas: fijeza y rigidez. Cuando nos sentimos emocionalmente adormecidos e inertes, parece que nuestro sufrimiento carece totalmente de sentido. La depresión, cuando se presenta, nos dice lo solos y faltos de apoyo y cariño que estamos en nuestra vida. Cuando no recibimos apoyo, terminamos sintiéndonos aislados y avergonzados. Recibir apoyo es animarse, expresar nuestra vitalidad y energía de manera espontánea, sin reglas coercitivas que inhiban nuestra vitalidad y libertad para manifestarnos plenamente.

Cuando atravesamos una situación dolorosa o desafiante y no recibimos apoyo, una de las reacciones de la psique es protegernos empujándonos a retraernos emocionalmente. Es básicamente una reacción de supervivencia, adaptativa, muchas veces aprendida en la relación con los padres, desde que éramos niños. La vitalidad, la alegría y el placer se ven disminuidos bajo el peso de las prohibiciones familiares y sociales.

La depresión funciona en un principio como una protección emocional, por lo que la intensidad de nuestras experiencias disminuye. Estamos desconectados de nuestros cuerpos y deseos que no encuentran eco en el mundo, lo que nos da, momentáneamente, una sensación de seguridad. Pero la seguridad que nos da la depresión es una seguridad estancada que nos impide avanzar, conectar con la vida. El mayor beneficio es que ya no estamos expuestos al peligro de ser heridos y decepcionados.

Esta es la gran paradoja de la depresión: nos da seguridad al mismo tiempo que erige un muro contra la vida interior y la riqueza. La limitación que trae la depresión es tanto más aguda cuanto que se vuelve autónoma y se convierte en una fuerza independiente dentro de nosotros, robándonos la chispa que nos anima. Curar la depresión requiere tomar el camino opuesto de retirarse a un caparazón mientras se permanece a salvo.

Cultiva una amistad contigo mismo

Para vivir tu vida en abundancia, te ayudará establecer primero una relación de aceptación y compasión contigo mismo. La conexión profunda con tu propia vida interior facilita una relación de pertenencia con quienes te rodean.

Antes de experimentar la verdadera alegría del amor compartido, es importante aprender a respirar profunda y vigorosamente en un ambiente de amor propio, a sentirse sostenido por la fuerza interior, la capacidad de recibir y dar amor, de ser vulnerable.

Cuando estás sumergido en el sufrimiento más profundo, perdido en los caminos tortuosos de tu alma, sentir la grandeza y el calor de tu corazón parece lo más difícil del mundo. Cuando esto suceda, te animo a pedir ayuda, a permitirte ser vulnerable e indefenso. Nuestras vulnerabilidades e imperfecciones son los retoños de los que crece nuestra creatividad y potencial. Son oportunidades para el crecimiento y el florecimiento. Pide ayuda a una persona de confianza, un amigo o un terapeuta, alguien a quien puedas abrir tu corazón y que sea capaz de guiarte en la oscuridad. Una persona que puede brindarles apoyo es alguien que puede descender con ustedes hasta el sufrimiento más profundo y es capaz de mantener encendida la llama de la esperanza y del amor por ustedes. Capa tras capa de terror y dolor insoportable se derretirán y lo liberarán del control que le ha impedido respirar la vida con vigor y vivacidad. La mano cálida del otro convierte el sufrimiento agónico en algo soportable que se puede sentir y metabolizar.

Las conexiones emocionales son la mejor protección contra la depresión. El tiempo de calidad que se pasa juntos, los rituales familiares, los momentos para compartir, todo crea un clima de seguridad. El afecto que recibes en tu vida tiene el poder de evocar ese núcleo misterioso de ti y te empoderará para expresar tus pensamientos más audaces y revelar tus sentimientos más profundos. Para que puedas recibir todos estos regalos del alma dentro de ti, conéctate con la calidez de tu corazón. Permite que tu corazón te despierte a la vida y revele tu plenitud interior.

Manténgase conectado a tierra en la autenticidad

Quizás nadie te haya enseñado, hasta ahora, cómo construir una relación íntima contigo mismo, cómo sentirte seguro, cómo articular profundas verdades internas y, sobre todo, cómo mantener dentro de ti mismo un sentido duradero de estar en unidad contigo. Tal vez cuando eras pequeño tuviste que sacrificar tu verdadero yo para ser aceptado y sobrevivir. Tal vez en su familia, sus sentimientos y emociones fueron ignorados, si no que las manifestaciones emocionales fueron criticadas y cargadas como emotividad o nerviosismo.

Una condición importante para el bienestar de tu alma es tu perfección como persona distinta. La autodiferenciación implica ser capaz de establecer límites saludables con las expectativas de los demás. Presupone una comprensión cristalina, intuitiva y visceral de quién eres, en profundidad, con tus valores, creencias, aspiraciones. Por lo tanto, los invito a preguntarse: ¿estoy viviendo mi vida de acuerdo con mis verdades más profundas o para cumplir con las expectativas de otra persona?

A veces, para restaurar la conexión perdida contigo mismo y tener relaciones más vivas con los demás, es posible que necesites ver si las relaciones en las que estás actualmente reflejan tu verdadera naturaleza, si se adaptan a las necesidades de tu alma.

La alegría de pertenecer a este mundo

Estamos orientados por naturaleza hacia la coherencia, la estructura, el significado. Salud significa vitalidad, la capacidad de estar en contacto con uno mismo y con los demás, la capacidad de moverse con facilidad, creatividad y flexibilidad a lo largo de la vida. En el espíritu de la visión holística, creo firmemente que puedes disfrutar de todo lo que experimentas cuando logras renovar la conexión natural entre tu mente y tu cuerpo, entre tú y tu entorno, y tu comprensión afectiva se entrelaza a la perfección con la cognitiva.

Cuando prestas atención a tu experiencia interior recibirás pistas valiosas, tanto sobre lo que te está pasando a nivel interior como fuera de ti. Así, crearás puentes de armonización entre tu experiencia sensorial y emocional y tu contexto de vida.

Estar en contacto con los demás significa experimentar relaciones afectivas profundas. Para desarrollarse armónicamente, nuestro cerebro tiene una necesidad vital de nutrición emocional; y para sentirte verdaderamente nutrido emocionalmente, es importante que te dejes ver como eres, naturalmente. No puedes sentir la conexión con los demás si los encuentras desde un espacio artificial, de inautenticidad o jugando un papel.

Recuerda cómo se siente tu conexión con el mundo cuando te conectas con él desde un espacio de estabilidad, seguro de tu competencia, consciente de tus límites personales, respetuoso y apreciador de tus esfuerzos y vulnerabilidad.

La forma de curar la depresión.

La depresión es una forma de fragmentación interna, donde partes de nosotros y la energía que las anima se vuelven inaccesibles para nosotros. Lo opuesto a la depresión es la reintegración. Los sentimientos bloqueados y no expresados ​​se han sedimentado en actitudes rígidas hacia nosotros mismos y la vida, que nos impiden ser receptivos a algo nuevo y espontáneo, de ahí la sensación de estar atrapado en algo inerte, repetitivo. Es como un patrón conductual y emocional que impide el buen fluir de la vida.

Sanar significa revivir y revitalizar aquellas partes de nosotros que hemos aprendido a ser inaceptables, tal vez incluso repulsivas. Liberar esas partes de nosotros es desbloquear la fuente de nuestra propia autenticidad y espontaneidad. Para experimentar verdaderamente una sensación, debemos permitirnos sentirla durante el tiempo suficiente, hasta que podamos conectarnos con ella.

Tokio Pa Turner (2017) identifica la fuente de integridad y pertenencia en un sentido de valor y autoestima.

Cuando no esté conectado con este sano sentido de autoestima, intentará llenar su tanque de validación saliendo, tratando de lograr tantas cosas maravillosas como sea posible. Pero el camino hacia la integridad y la armonía con el mundo del que formamos parte es el opuesto: de adentro hacia afuera. Es importante que primero descubras lo que te gusta, lo que te emociona y te hace sentir vivo, y obtengas tu valor de la grandeza y la belleza de tu singularidad.

A veces, descubrir quién eres y mantenerte fiel a ti mismo es lo más difícil del mundo. Es posible que deba defender su vocación interior y honrar su necesidad de significado al resistir los atractivos sociales de la riqueza, el poder, el éxito y el estatus.

La intuición puede guiarte a tu reino interior y recordarte quién eres. Te susurrará cuando necesites conectarte con los demás y cuando necesites volver a ti mismo en una soledad beneficiosa para encontrar tu equilibrio interior. Tus instintos te dirán cuándo y cómo intervenir en el mundo, cómo responder a ciertos desafíos.

Confío en que puedes experimentar la vida en un ámbito mucho más rico que la mera supervivencia, operando en piloto automático. Su contribución a la estructura de este mundo es esencial. Eres parte integral de esta naturaleza sagrada, misteriosa y fecunda que es la vida. Al tener el coraje de expresarte auténticamente, te conviertes en un vehículo a través del cual otros pueden conectarse con su propia grandeza. Pueden encontrar inspiración en tu forma de vivir la vida en abundancia.