LA «CONVENIENCIA» DE LA PROCRASTINACIÓN: ASPECTOS PSICOLÓGICOS DEL ARTE DE POSTEAR

La procrastinación es Algo que todos nosotros hemos hecho más de una vez en nuestras vidas. No importa qué tan preciso y bien organizado sea, lo más probable es que pierda horas todos los días viendo programas de televisión poco interesantes o actualizando su estado de Facebook, cuando debería haber tomado ese tiempo para trabajar, hacer las tareas del hogar o diseñar algo. La procrastinación puede tener un gran impacto en nuestras vidas.

¿Por qué sentimos la necesidad de posponer un compromiso? Sobre todo , los estudiantes tienden a aplazar el estudio . Se estima que entre el 25 y el 75 por ciento de los estudiantes universitarios posponen sus trabajos académicos, incluso de manera regular y en algunos casos la procrastinación impide que estos estudiantes tomen exámenes y completen sus tesis.

Habría algunas distorsiones cognitivas que llevarían a la procrastinación académica , los estudiantes tenderían a:

• Sobrestimar el tiempo para realizar las tareas
• Se sentirían más motivados en el futuro.
• Subestiman el tiempo que les llevará hacer esa actividad
• No consideran su propio estado de ánimo al hacer esa actividad.

Hay muchos ejemplos que encontramos en nuestras vidas que tienen que ver con posponer algo . Por ejemplo, cuando tenemos tiempo de limpiar nuestro piso pero nos decimos “hoy no quiero, lo hago mañana”, o cuando nos olvidamos de la fecha límite para entregar un trabajo y a fuerza de posponerlo llegamos el día antes de la fecha límite. Creemos erróneamente que tenemos mucho tiempo para hacer eso.

Uno de los mayores factores que contribuyen a la procrastinación es que «tenemos que sentirnos inspirados» para trabajar o estudiar. La realidad es que esperas hasta que estás en el estado de ánimo adecuado para hacer algunas cosas (especialmente las que no quieres). Probablemente te darás cuenta de que el momento adecuado simplemente no llega y la tarea nunca se completará.

El erudito psicólogo Giuseppe Ferrari dice que la procrastinación no es un problema de gestión del tiempo, no es como llegar tarde, sino que sería un problema de planificación . Los procrastinadores no tienen una forma diferente de estimar el tiempo, simplemente son más optimistas que los demás.

La procrastinación se aprende indirectamente en el entorno familiar . Es una respuesta a un estilo de crianza autoritario. Un estilo de crianza de este tipo impide que el niño desarrolle la capacidad de autorregularse a sí mismo y sus responsabilidades. La procrastinación, por lo tanto, podría convertirse en una forma de rebelarse contra esta autoridad, y también podría ser la única forma de hacerlo. El aspecto educativo es fundamental , ya que le permite al niño desarrollar un sentido de sí mismo autónomo y competente.

La procrastinación y la educación.

Si un niño confía en sus propias capacidades, y decide de manera autónoma realizar tareas sin que estas sean impuestas por sus padres, y es recompensado positivamente por lo que ha hecho, tendrá la posibilidad de percibirse a sí mismo como una persona competente. La autoeficacia es clave en combinación con la motivación. Cuanto más se perciba como capaz de lo que está haciendo, más probable es que la tarea se complete sin demora.

El erudito también afirma que estos sujetos también son mentirosos consigo mismos. Frases como “trabajo mejor bajo presión” o “soy más creativo cuando el tiempo apremia” son muy comunes. En realidad esto es una creencia falsa, no parecen ser personas más creativas que otras, al contrario, abusan de sus propios recursos.

El impacto negativo de la procrastinación

No son solo los estudiantes los que caen en la trampa de «Lo haré más tarde», muchos adultos también lo hacen constantemente . Pagan facturas tarde, empiezan a trabajar en grandes proyectos solo unos días antes o incluso la noche anterior, retrasan las compras navideñas. Desgraciadamente, la procrastinación afecta negativamente a nuestros niveles de estrés, ya que si al principio nos sentimos relajados porque simplemente hemos dejado de lado un compromiso, al final llegaremos estresados ​​precisamente por la falta de tiempo para hacerlo.

La procrastinación no solo afectaría nuestro estrés , sino también nuestras relaciones con los demás. Si siempre postergamos hacer algo, los familiares y amigos que dependen de nosotros, que están esperando que hagamos lo que deberíamos haber hecho o prometido hacer hace mucho tiempo, pueden resentirse con nosotros. En un ambiente laboral se destruye el trabajo en equipo y las relaciones tanto laborales como privadas.

Los procrastinadores crónicos tienen problemas continuos con la forma de redefinir y completar una tarea . Los sociólogos argumentan sobre la existencia de la imposibilidad de regular los estados de ánimo y las emociones. Además, no se debe pensar que los que posponen son personas indiferentes y poco confiables, de hecho estas personas experimentan sentimientos de culpa, vergüenza y ansiedad, precisamente por su retraso en completar las entregas. Por lo tanto, no sería solo una cuestión de cómo las personas administran su tiempo.

Por lo general, las personas aprenden de sus errores y reevalúan su forma de abordar ciertos problemas. Para el procrastinador crónico, la retroalimentación negativa no parece funcionar . El daño sufrido por el retraso en la entrega no les enseña a no volver a repetirlo. Se convencen a sí mismos (erróneamente) de que la próxima vez serán emocionalmente capaces de manejar una tarea, que podrán manejar los sentimientos de inseguridad y frustración debido a la realización de la tarea, que de alguna manera desarrollarán estrategias de afrontamiento para lidiar con lo negativo emociones que en cambio no se pueden afrontar en este momento.

La procrastinación también tiene un impacto negativo en nuestra salud . En la investigación de Ferrari, surge que los estudiantes con tendencia a procrastinar tienen un sistema inmunológico más comprometido y, por lo tanto, más resfriados y gripes, y más problemas gastrointestinales. También sufren de insomnio más que otros estudiantes que planificaron sus estudios.

¿Por qué la gente posterga sus compromisos?

Según los académicos Tuckman, Abry y Smith, hay algunas razones por las que las personas posponen las cosas:

• Él no sabe lo que hay que hacer
• el no sabe hacer eso
• el no quiere hacer eso
• No le importa si tiene que hacerlo o no.
• No se preocupa por el tiempo que le queda para hacerlo
• Está acostumbrado a esperar hasta el último minuto para hacer las cosas en su vida.
• Cree que trabajará mejor bajo presión
• Él cree que la tarea estará terminada en poco tiempo.
• Falta la iniciativa
• Olvídalo
• Posponer porque es malo
• Espera el momento adecuado
• Necesita tiempo para pensar en la tarea.
• Retrasa una tarea a favor de otra

El Dr. Ferrari también enfatiza tres tipos básicos de procrastinadores:

• Los tipos que buscan emociones fuertes , que esperan hasta el último momento para emprender un viaje eufórico hacia el cumplimiento de la tarea.
• Aquellos que posponen por miedo al éxito o miedo al fracaso , pero de cualquier manera están muy interesados ​​en lo que otros piensan de ellos.
• Procrastinadores que no pueden tomar una decisión , por temor al resultado del evento.

En la mayoría de los casos, la procrastinación no es señal de un problema grave. Esta es una tendencia común. Es solo en los casos en que se vuelve crónico que comienza a impactar negativamente en la vida de uno. En estos casos no se trata solo de tener una mala gestión del tiempo, sino que tiene que ver con la autoestima. Muchas veces el miedo al resultado nos inmoviliza, tenemos más miedo al juicio de los demás que a no realizar esa tarea y faltar a nuestras obligaciones. Las personas que no posponen las cosas tienen habilidades sobre la autodisciplina, la persistencia y la responsabilidad.

Consejos para superar la procrastinación

¿Qué podemos hacer para evitar este comportamiento y así evitar el estrés , la ansiedad y el bajo rendimiento que conlleva realizar una tarea en el último momento? La planificación cuidadosa y la mejora de las habilidades de gestión del tiempo son formas eficaces de lidiar con la procrastinación .

Lidiando con nuestros miedos

El miedo es uno de los factores que contribuyen a la procrastinación. Miedo al fracaso , miedo a cometer errores y miedo al éxito o al fracaso. Es difícil entender cómo uno puede tener miedo al éxito, pero hay personas que creen que no lo merecen.

Hacer una lista

Comience por crear una lista de tareas pendientes y las cosas que desea lograr. Si es necesario, ingrese una fecha al lado de cada entrada si hay una fecha límite que debe cumplir. Calcule cuánto tiempo lleva completar cada tarea.

Objetivos realistas

Establece metas pequeñas y fáciles de alcanzar . No establece metas que son difíciles en términos de tiempo y energía. No harías nada más que lidiar con momentos frustrantes que realmente no dependerían de ti sino de la forma incorrecta en que manejaste tu trabajo.

Divida los proyectos en segmentos más manejables

Cuando nos enfrentamos a un gran proyecto, podemos sentirnos desanimados, intimidados o incluso desesperanzados al ver la gran cantidad de trabajo que se está realizando. Por lo tanto, es mucho menos «aterrador» dividir la tarea en pequeños pasos, para abordarlos poco a poco.

Reconocer la procrastinación

Tienes que ser capaz de reconocer cuándo afloran los típicos pensamientos de «lo haré más tarde». Ante la primera lista escrita empiezas a no sentir ganas de empezar, trata de dedicar al menos unos minutos a la tarea que tienes entre manos. En muchos casos puede encontrar que es más fácil de lo que pensaba.

Elimina las distracciones

Es difícil obtener resultados positivos cuando te enfocas en varias cosas: TV, Facebook, teléfono inteligente. Asigna un tiempo específico para hacer esa tarea, apaga todas las distracciones, como la música, la televisión y las redes sociales, y usa este tiempo para enfocar toda tu atención en la tarea que tienes entre manos.

Trate de encontrar algo interesante en la tarea en sí, algo que pueda tener que ver con usted, con un significado personal que pueda atribuirle para encontrarlo tan interesante como pueden ser las distracciones.

Recompénsate

Después de completar la tarea, o incluso una pequeña parte de ella, es importante que te recompenses por tus esfuerzos. Date la oportunidad de hacer algo que te resulte divertido y agradable, ya sea asistir a un evento deportivo, jugar un videojuego, ver tu programa favorito o ver una película.

Pequeña tarea diaria

Al final del día, hágase estas simples preguntas: ¿Hice algo hoy que me prepare para la tarea en el futuro? ¿Podría haber usado el tiempo de manera más productiva o hice lo máximo que pude? ¿Qué elegí no hacer que debería haber hecho en su lugar? ¿Usé algo de tiempo para relajarme después de hacer mi tarea?

Romper el hábito de procrastinar no es fácil. El deseo de dejar las cosas a un lado para recuperarlas no sabemos cuándo, puede ser fuerte sobre todo cuando hay tantas cosas a nuestro alrededor listas para brindarnos entretenimiento y distracciones. Si bien la procrastinación puede ser algo que no puede evitar por completo, darse cuenta de las razones por las que posponemos las cosas y tratar de superarlas con los consejos enumerados anteriormente puede resultarle más fácil de lo que pensaba.