¿Alguna vez te han acusado de algo que no era cierto?

Ej. “Me traicionaste”, “tú defiendes a tus padres al no respetarme”, “tú creaste estos problemas, si somos así es tu culpa”.

Esto también puede pasar, pero si se convierte  en motivo de discusión en cada ocasión , sin una presencia real de datos de la realidad que confirmen al 100% las acusaciones, es probable que seas víctima de un pensamiento paranoico .

Quienes están subyugados por un pensamiento paranoico tienden a presentar  pensamientos negativos , muchas veces dictados por creencias que se basan en experiencias previas, vividas u observadas, que llevan a pensar de forma perjudicial , siempre que se presenten situaciones similares a las ya vividas.

Intentos de solución: cómo afrontar una acusación injustificada

Básicamente, siguiendo un poco de sentido común, nos vemos llevados a implementar los siguientes comportamientos:

1. Nos justificamos : en este caso, no hacemos más que reforzar la creencia del otro que se convierte en: “si se justifica, evidentemente tiene algo que ocultar”.
2. Nos comportamos de tal manera que desmentimos o extinguimos nuestro comportamiento anterior , impulsados ​​por sentimientos de culpa. Ej. Nos disculpamos; eliminamos el elemento que generó el conflicto, aunque no creamos que hemos hecho nada malo); hacemos lo que se nos pide, yendo aquí también a reforzar la creencia: «Se disculpa porque tiene razón».
3. Nos enojamos , también en este caso, confirmando la creencia: “si se enoja, obviamente tu carbón está mojado”.

Todos comportamientos, por tanto, encaminados a contener las emociones negativas , pero que en la mayoría de los casos acaban amplificándolas.

Te das cuenta de que visto así, no hay salida. Y esto no está muy lejos de la verdad, ya que cualquier cosa que digamos o hagamos que vaya en esta dirección solo  refuerza la creencia básica distorsionada .

La creación del círculo vicioso

Por estos mecanismos, muchas historias de amor, matrimonios, amistades y relaciones laborales muchas veces llegan a su fin , precisamente porque se crea un tira y afloja, dentro de una relación paradójica , donde más de uno de los dos se ocupa de tratar de curar la fractura. que ha surgido en la relación, más el otro no lo permite, confirmando que nunca puede hacer lo suficiente .

Esto crea la dinámica de «yo tengo razón y tú estás equivocado» y, en consecuencia, «tienes que hacer mucho y yo tengo que vigilar lo que haces (que nunca es suficiente)».

Una dinámica de poder, víctima-victimario, donde sólo se puede equivocar . De hecho, si intentas hacer lo que el otro te pide, eres rechazado, si no haces nada, el otro señala que no hay esfuerzo por mejorar.

{posición de carga de adsense}

Control de responsabilidad

¿Qué hacer en estos casos? En primer lugar, sin duda es útil tomarse el tiempo para poder hacer todo lo que esté en nuestras posibilidades. Una vez que estos se agotan, en ese punto se vuelve inútil persistir , pensar que se puede hacer más (como nos suele reprochar el otro) o intentar hacerlo mejor. En ese momento es importante que el otro también empiece a asumir la responsabilidad .

Recordemos, de hecho, que  cualquier tipo de relación solo funciona si ambos socios se esfuerzan para que funcione .

Por tanto, se hace necesario tomar nota de que no se puede cambiar la situación si el otro no lo permite (¿se puede vender un producto a un cliente que no quiere comprar?). Bien puede ser cierto que por un lado no se está haciendo lo suficiente, pero también es cierto que por otro lado se puede optar por poner fin a las reivindicaciones .

La terapia estratégica breve interviene sobre este tipo de pensamientos introduciendo un pequeño cambio que desencadena una reacción en cadena de cambios, hasta la modificación completa de la situación. A veces también utilizando un estilo de comunicación paradójico, como el que está presente en la raíz del problema.

Desde otro punto de vista, si le das a otros el poder (o la responsabilidad) de hacerte sentir mal o bien, sentirás que no tienes el control de ti mismo y de tus estados de ánimo. Un poco como un niño que depende de los demás. Pero si empiezas a pensar que tu bienestar depende de ti y de tu actitud , y para ello es útil adoptar un punto de vista adulto, entonces en ese caso tendrás el poder de cambiar las cosas y empezarás a percibir una mayor  sensación de  control .

En este sentido, recomiendo la lectura de un libro, en mi opinión esclarecedor, que te hará reflexionar sobre tu actitud y la de los que te rodean.