“Uno de los miedos que la gente trae con más frecuencia a la terapia es el miedo al rechazo.
Ya sea en una relación, un coqueteo o una situación laboral, que nos rechacen nos duele.
A menudo es más doloroso de lo que esperábamos”.
(Guy Winch, psicólogo)

¿Quién nunca ha tenido o todavía tiene miedo al rechazo ?

Seguro que todo el mundo ha tenido la experiencia de sentirse juzgado negativamente , al menos una vez en la vida. Esto se debe a que todos los seres humanos sienten necesidades y deseos . Una necesidad fundamental es precisamente encontrar su lugar en el mundo , entre otras: en definitiva, ser socialmente aceptado .

Esto es aún más cierto en el campo del amor: ¿cuántas veces hemos tenido miedo de no ser aceptados o amados por la persona que queríamos a nuestro lado? ¿Y cuántas veces hemos experimentado este sentimiento como incapacitante, es decir, como algo que no nos permitía ser plenamente nosotros mismos?

Por otro lado, cuando no encuentras tu propio lugar o cuando te sientes rechazado, terminas sintiendo una sensación de incomodidad o frustración , en cierto sentido.

Por eso, casi nos gustaría cambiar, demostrarle al otro que somos lo que él espera.

¿Es esta estrategia realmente correcta?

En este artículo hablaremos de esto y del miedo al rechazo , especificando qué genera y a partir de qué se genera.

Además, nos centraremos en las estrategias útiles para «combatir» este miedo.

¿Qué es el rechazo?

Rechazar significa despreciar, rechazar, oponerse. Es una actitud que podríamos traducir como “no querer” algo oa alguien . A menudo se refiere a los aspectos materiales de nuestra vida, pero también, y sobre todo, a las esferas sociales : en el contexto de las relaciones amorosas, las relaciones parentales o de amistad.

Un Rechazo en estas áreas, por ejemplo, puede crear una verdadera herida en el sujeto: ¿quién se mantendría impasible ante el rechazo de sus amigos o de la clase, por ejemplo?

Todo ello puede tener profundas consecuencias en la persona, que puede experimentar el rechazo de forma diferente, en función de diversos factores.

Sensibilidad al rechazo

La experiencia del rechazo y el valor que le damos depende de nuestra sensibilidad al rechazo . Esta puede definirse como aquella disposición individual que lleva a percibir con gran rapidez y, por tanto, a reaccionar con igual intensidad, a las distintas formas de rechazo.

Por lo tanto, la sensibilidad al rechazo determina cómo la persona experimentará y percibirá el rechazo cada vez . Esta «característica» puede estar presente en cada uno de nosotros, aunque con distinta intensidad.

Aquellos con baja sensibilidad al rechazo se muestran como individuos extremadamente controlados incluso en diferentes situaciones, caracterizados por el rechazo social.

Aquellos con una alta sensibilidad al rechazo , en cambio, tienden a tener un comportamiento caracterizado por una respuesta a menudo desadaptativa al rechazo y esto termina provocando un compromiso del propio bienestar y de las relaciones con los demás .

Esta alta sensibilidad al rechazo es ciertamente el resultado de lo que la persona ha experimentado durante su vida y, por tanto, de sus experiencias anteriores: quien se ha encontrado con una serie de experiencias de rechazo en su vida probablemente estará más atento a lo que le rodea y, del mismo modo, tenderá a evitar algunos de ellos.

O tenderá a interpretar nuevas situaciones a partir de estas experiencias y de esta sensibilidad: todo lo percibirá como amenazante para él mismo y para su aceptación social.

Miedo al rechazo: ¿a qué nos referimos?

Pero, exactamente, ¿a qué se refiere el concepto de “miedo al rechazo”? Se considera una fobia real , incapacitante y tenaz, por la evitación que a menudo conlleva: evitación significa simplemente el acto de evitar todas aquellas situaciones que podrían conducir a la situación temida , en este caso una negativa, de hecho.

Al querer evitar el objeto temido, uno termina evitando una gran cantidad de ocasiones y situaciones , sin embargo, que de otro modo podrían ser placenteras para el individuo.

El rechazo puede estar asociado a muchas sensaciones que el sujeto experimenta a nivel físico , pero sobre todo a nivel mental . Se ha destacado que las experiencias de rechazo y aquellas en las que se siente dolor físico se viven a través de la activación de circuitos muy similares en el cerebro. Por tanto, las mismas áreas cerebrales se activan cuando nos encontramos en una situación de rechazo o cuando sentimos dolor físico.

Como se anticipó, el miedo al rechazo está relacionado con la sensibilidad al rechazo: quienes tienen una alta sensibilidad al rechazo, presumiblemente, también tendrán un miedo real a cualquier rechazo. Y aquí será tan sensible y receptivo a las amenazas hipotéticas del entorno externo con respecto a su propio Ser y su propia aceptación.

¿De dónde viene el miedo al rechazo?

El miedo al rechazo tiene su origen en experiencias vividas en la infancia o, en todo caso, durante la primera parte de nuestra vida.

Esto no quiere decir que las experiencias que vivamos después no tengan efecto pero, básicamente, lo que genera y establece el mecanismo del miedo al rechazo es precisamente lo que experimentamos durante el desarrollo .

Rechazo infantil

Muchas veces el miedo al rechazo nace y se establece durante la infancia , a raíz de experiencias de rechazo vividas con las propias figuras de apego (aquellos que nos cuidan).

Piensa en todos esos casos en los que un niño es abandonado , o se siente rechazado o realmente lo es. A menudo, el rechazo se percibe incluso en el caso de sobreprotección . Lo que el niño capta en estos casos es “no te puedes defender” o “no eres perfecto”.

El mensaje aquí parece ser claro: tengo que protegerte porque no eres perfecto.

En este caso, el niño puede experimentar un profundo rechazo al que suele seguir una devaluación de sí mismo y un verdadero malestar , como afirma Lise Bourbeau. Y por tanto también una baja autoestima .

Quienes temen el rechazo “como adulto”, en realidad, piensan que valen poco o, en todo caso, que no valen lo suficiente.

Además del rechazo por parte de uno de los padres, o de ambos, también es muy importante una experiencia de este tipo, vivida en un contexto más amplio, como la escuela o la amistad. Tomemos como ejemplo a un niño que es repetidamente rechazado por sus amigos o intimidado .

¿Cómo no sentir ese miedo de que todo esto vuelva a ocurrir? Y será precisamente en nombre de este miedo que intentará a toda costa evitar cualquier situación similar, para contrarrestar el malestar experimentado a raíz de esta experiencia.

Rechazo en el amor

Lo que puede generar o puede fortalecer el miedo al rechazo es precisamente una experiencia de rechazo vivida en el campo del amor : ¿qué hay peor que ser rechazado por aquellos que nos gustan o nos interesan?

Todos, más o menos probablemente, nos hemos encontrado lidiando con esta experiencia tan desagradable: abrirse a alguien y luego ser rechazado ciertamente conduce a una herida profunda. Esto sucede porque, en el momento en que nos abrimos a alguien, somos vulnerables y sentirnos rechazados puede hacernos sentir muy mal o hacernos sentir rechazados en nuestra parte más íntima .

Consecuencias del miedo al rechazo

Como se mencionó hasta ahora, el rechazo es una experiencia realmente desagradable por la que cualquiera de nosotros puede encontrarse pasando. Estas experiencias pueden tener consecuencias muy dañinas para el sujeto. Por eso le tiene miedo.

 Y esto puede afectar a todos los ámbitos, desde el amor hasta la amistad, la familia o el trabajo.

¿Cuáles pueden ser las consecuencias de tal miedo?

Evitación

La evitación es una estrategia conductual implementada para escapar de la exposición a situaciones, personas, eventos temidos , ya que despiertan emociones consideradas negativas. Esta reacción es típica de los trastornos de ansiedad  y también se manifiesta en el miedo al rechazo: quien teme ser rechazado evita cualquier acercamiento o cualquier tipo de exposición a los demás.

“Si evito acercarme, no podré ser rechazado”.

Pensamientos limitantes

El miedo a menudo se asocia con pensamientos realmente perturbadores y en su mayoría incontrolables. De hecho, la persona no puede controlar lo que piensa, ya que su mente tiende a centrarse en los aspectos negativos asociados a un posible rechazo, en lo que podría generar y en todos esos pensamientos autodesvalorizantes como “Nadie me quiere así que seré rechazado incluso por él ella».

Todo esto, por supuesto, refuerza la baja autoestima de la persona y la evitación de cualquier situación percibida como amenazante. ¡Donde el rechazo casi se da por sentado!

Soledad

Con mucha frecuencia, quienes tienen miedo al rechazo tienden a preferir la soledad a las situaciones típicamente sociales, ya que estas últimas incluyen estar rodeado de mucha gente. Para aquellos que tienen miedo al rechazo, mientras más personas estén cerca, mayor será la posibilidad de ser despreciados.

Por mucho que intentemos preferir la soledad, muchas veces es imposible obtenerla, también porque, como nos recuerda Aristóteles: “somos animales sociales” .

Y como tal, muchas veces nos vemos «obligados» a vivir situaciones en las que necesitamos compartir una experiencia con alguien : en este caso, quien tiene miedo al rechazo intentará conocer al otro, de puntillas y siempre protegido por una armadura, casi nunca hablando.

Estrategias contra el miedo al rechazo

Hasta aquí hemos mostrado qué es el rechazo, qué aspectos implica y qué consecuencias provoca en el sujeto el miedo a vivirlo. Si eres de esas personas que le teme al rechazo, probablemente estarás de acuerdo con lo dicho hasta ahora y te estarás reflejando en estas líneas.

También te estarás preguntando: ¿es posible superar este miedo?

Veamos juntos algunas estrategias para hacerle frente.

Aumenta tu conciencia del problema todos los días.

Lo que experimentas es un problema, sobre todo para ti, ya que tu miedo al rechazo te lleva a negarte la posibilidad de conocer a alguien .

Pero, ¿por qué negarte la posibilidad de amar a alguien solo por miedo a ser rechazado? Muchas veces quienes viven estas situaciones no las perciben como problemáticas, ya que es un lugar común pensar y decir “yo soy así”.

Equivocado. Si eres así, habrá una razón: después de todo, todos queremos abrirnos a los demás y sentirnos apreciados y amados por lo que somos.

Así que identifica tu problema, reconócelo y parte de él para abordarlo.

Amplía tu visión del rechazo

La mayoría de nosotros vemos el rechazo como algo negativo y probablemente en muchos casos lo sea, sobre todo cuando acaba provocándonos un estado de sufrimiento.

Pero este sufrimiento será ciertamente más fuerte si, en el rechazo, seguimos viendo algo que tiene que ver con nosotros. A menudo, el rechazo se considera desde un punto de vista equivocado, como una devaluación de nosotros mismos : si me rechaza, significa que no soy bueno o que no estoy bien. Este no es el caso en absoluto: puede que no seamos buenos para alguien, pero definitivamente seremos buenos para otra persona.

Además, entender por qué alguien nos ha rechazado puede ayudarnos a conocernos: ¡tratemos de ver el rechazo como algo constructivo especialmente para nosotros!

Recuerda también que cuando alguien nos juzga y/o nos rechaza, está diciendo algo de nosotros, pero también de ellos , de cómo se relacionan. De hecho, el rechazo generalmente tiene más que ver con la persona que lo rechaza y menos con usted. Esa persona muestra la capacidad de la persona para conectarse y aceptarte. La persona puede tener sus propios obstáculos emocionales con los que lidiar . Piensa en este punto de vista.

Crear un estado de relajación.

Quienes se sienten rechazados o tienen miedo de ser rechazados no pueden pensar en otra cosa que no sea que no quieren sentirse así: por eso podrían atormentarse con constantes preguntas sobre por qué fueron rechazados o por qué les pasó a ellos. muchas veces.

Esta es una actitud disfuncional: un problema que debe resolverse lo antes posible.

No pienses en el hecho de que no quieres que te rechacen, sino enfócate en cómo te gustaría sentirte y cómo te gustaría que fueran las cosas : esto podría ayudarte a encontrar un estado de relajación que te hará sentir más confidente.

Recuerda tus cualidades

Cuando tienes miedo al rechazo, este puede llegar a ser más fuerte que todo lo demás, tanto que es incluso más fuerte que nuestra voluntad. Es por esto que podemos sentirnos literalmente paralizados y sin saber qué hacer , ya que el miedo puede bloquear nuestra mente y cuerpo: todo esto es normal.

En estos casos puede ser útil recordar quiénes somos y nuestras cualidades . Así que rodeémonos de pensamientos positivos: sobre todo, de valoraciones positivas de nosotros mismos. Solo necesitamos mirar hacia atrás para recordar quiénes somos, recuperar qué cosas positivas logramos hacer y entrenarnos para resaltarlas.

Además, rodéate de amigos y familiares que te apoyen. Estas personas sirven como un recordatorio de su valor . Para superar el rechazo, necesitas conectarte con las personas que te aman.

No eres la primera persona en recibir un rechazo

La experiencia de ser juzgado, bueno o malo, concierne a todos. ¿Quién nunca ha sido rechazado o se ha sentido rechazado? El rechazo es parte de las relaciones sociales: toda relación implica una probabilidad de rechazo . Entonces, relájate: no eres la primera persona en ser rechazada y ciertamente tampoco la última. Y probablemente no será el último rechazo que recibas.

Pero recuerda una cosa importante: los grandes éxitos no se basan en la suerte, sino en la perseverancia, pasando de un rechazo a otro sin perder nunca la esperanza. Muchas otras personas exitosas experimentan el rechazo varias veces antes de convertirse en quienes son.

Por lo tanto, aprender a manejar el riesgo es necesario para su crecimiento emocional . Cuando eliges amar a alguien, por ejemplo, te arriesgas a perder. Pero, ¿es mejor amar y arriesgarse a perder o no arriesgarse al rechazo y no amar en absoluto? La ciencia nos muestra que buscamos conexiones, pertenencia y aceptación. Evitar el rechazo cierra la puerta a muchas relaciones potencialmente satisfactorias.

Así que no te rindas: ¡actúa y participa!

Aumenta tu autoestima

Como comentábamos anteriormente, la baja autoestima suele estar relacionada con el miedo al rechazo . Quien tiene este miedo tiende a desvalorizarse y carecer de confianza en sí mismo: esto no es adaptativo.

No tener confianza en ti mismo significa no amarte realmente a ti mismo, pero si no empiezas a amarte a ti mismo primero, nadie podrá hacerlo por ti.

Seguramente conocerás a muchas personas que te apreciarán o amarán, pero el verdadero amor proviene de la confianza y el amor propio .

Construir relaciones con una obsesión por ser aceptado o amado es realmente injusto para ti y para los demás. En lugar de eso, ponte ahí fuera y trata de pensar en ti mismo como alguien capaz y digno de ser amado.

¡Aumenta tu autoestima y confianza en ti mismo!