Lidiar con una separación nunca ha sido fácil para nadie , sobre todo si implica gestionar no solo tus propias emociones, sino también las de tus hijos.

El final de una historia de amor , de una convivencia o de una unión matrimonial puede, en efecto, generar un profundo sufrimiento en los miembros de la pareja , así como consecuencias jurídicas y psíquicas.

Psicología de la separación

Aceptar el final de una relación puede ser realmente devastador, ya que puede equivaler a aceptar el fracaso de un proyecto de vida en común , así como la pérdida de todas las representaciones psicológicas relacionadas con él.

Encontrarse viviendo y enfrentando una separación y divorcio puede llevar a una profunda experiencia de decepción de las expectativas que tenía hacia su pareja y que han sido “traicionadas” por una realidad evidentemente diferente a la imaginada.

Pero, ¿por qué una pareja finalmente se separa, hasta el punto de tirar por la borda expectativas y proyectos?

Las causas de la separación.

Por lo general, tal decisión se toma después de las continuas dificultades experimentadas dentro de la relación . Dificultad para poder encontrar compromisos que lleven a vivir bien la relación.

Veamos cómo dos personas que lo comparten todo pueden incluso tener problemas para permanecer en la misma habitación, por riñas, por la incapacidad de comunicarse o de construir un diálogo constructivo .

Otra causa de separación podría ser la infidelidad (Descubre el video curso que te ayuda a superar una traición ).

La elección de afrontar una separación en casa

Estos y otros «imprevistos» pueden llevar a la pareja oa uno de los dos cónyuges a querer optar por caminos diferentes. De hecho, el deseo central se convierte en separarse para encontrar la serenidad mental y física , el equilibrio perdido entre las diversas disputas y las continuas discusiones.

Tener que lidiar con una separación para algunos puede convertirse, por tanto, en la única salida a un matrimonio o convivencia que se ha convertido en una pesadilla. La única solución para poder recuperar tu vida.

Pero cuando sucede, ¿cómo se experimenta?

El camino necesario para superar una separación

La separación representa la ruptura de un vínculo importante, es un momento difícil vivido por muchos como un verdadero duelo que genera un dolor intenso y desgarrador que merece ser trabajado.

De hecho, los psicólogos hablan del «proceso de separación » precisamente para resaltar cómo se necesita tiempo para procesar internamente el desapego y reestructurar las relaciones.

En concreto, hay 5 fases de este proceso que, si se abordan correctamente, te permitirán reconstruir una relación más madura:

1. Fase de negación («Realmente no puede suceder»). Hay un rechazo a la realidad como forma de protección frente a ese dolor y, en algunos casos, se hace todo lo posible por recuperar la relación interrumpida. Las emociones que caracterizan esta etapa son la angustia, el desánimo, el deseo de venganza o castigo. Los niños se utilizan a menudo, también para enviar mensajes de reconciliación.
2. Fase de Ira (“No es Justo”). El enfado por el abandono sufrido , propio de esta fase, te permite afrontar el dolor. En esta fase es importante evitar involucrar a niños que corren el riesgo de ser explotados para su propio beneficio.
3. Fase de Pacto (“Lo que pasó me hará más fuerte”). Una vez superado el enfado, uno se da cuenta de que la pareja nunca volverá y empieza a reflexionar sobre los errores que han generado todo esto. Pasamos de la euforia al desánimo, y empezamos a recuperar recursos personales como base desde la que sufrir para reconstruir nuestra vida.
4. Fase de Depresión (“No sé cómo”). Tomamos conciencia de la pérdida, nos hundimos en la decepción y la desesperación que amplifican al máximo el estado de sufrimiento. En estos casos se puede experimentar un estado de depresión, insomnio, tristeza y una sensación de frustración. Hay una tendencia a aislarse, para no ser visto y evitar lugares y personas que puedan reactivar la memoria de la persona perdida. Esta fase es fundamental porque tocar fondo te permitirá volver a subir.
5. Fase de Aceptación o renacimiento  (“Es hora de empezar una nueva vida”). Nos volvemos a levantar, empezamos a sentir la fuerza para retomar nuestra vida y dejar atrás el pasado. Fin del proceso de duelo. En esta fase se adquiere la lucidez necesaria para dejar de ver al ex como un perpetrador, pero por lo que realmente es, que es una persona por la que ha tenido un fuerte sentimiento. Es la última fase en la que se vuelve a invertir en uno mismo, en amistades nuevas o viejas abandonadas y en eventuales nuevas relaciones amorosas.

falta de luto

Procesar un duelo por separación conyugal significa entonces atravesar un dolor con consecuencias, a veces pesadas, para la autoestima y la identidad.

No existe un tiempo igual para todos y si no se procesa correctamente puede generar:

• ansiedades y miedos, una sensación de insuficiencia, lo que hace que el ex sea muy vulnerable
• recriminaciones contra la pareja que tomó la decisión de terminar la relación
• continuos intentos de cambiar las decisiones del otro, con arrepentimiento y promesas de cambio de actitud.

¿La solución? Ser capaz de aceptar esta decisión, evitando negar el dolor vivido, pero afrontándolo.

Pero, ¿y si el proceso de separación emocional no está completo? ¿Qué pasa si la sensación de conmoción e ira permanece? ¿Cuáles pueden ser los efectos en sus hijos?

Cómo afrontar una ruptura con tus hijos

Dado que la separación conyugal representa una experiencia de «alto impacto emocional» para el niño , vemos con qué frecuencia puede ser la causa inicial de su sufrimiento o malestar psíquico.

Los malestares psicológicos que pueden considerarse “reacciones normales” ante el evento traumático de la separación difieren según la edad.

De 0 a 3 años

Los bebés parecen estar más protegidos de las consecuencias de la separación de los Padres si se les asegura una relación de apego estable y segura .

De 3 a 5 años

Los niños de esta edad parecen estar muy confundidos e inseguros acerca de los cambios en su vida familiar. Algunos se aferran a la esperanza de que sus padres puedan volver a estar juntos. Otros, en cambio, sienten una ira conectada con la sensación de pérdida y rechazo que pueden reprimir o manifestar hacia los demás.

Incluso pueden expresar su ansiedad e inseguridad a través del llanto fácil y repentino o estados de irritabilidad.

De 6 a 10 años

Estos niños parecen tener una mayor conciencia de las causas y consecuencias asociadas a la superación de una separación . Es más fácil para ellos ponerse del lado de uno de los padres en conflicto.

Pueden reaccionar con una profunda sensación de pérdida, rechazo, vulnerabilidad y soledad, sentimientos de vergüenza y resentimiento por el comportamiento de sus padres.

Todavía puedo experimentar ira y dolor severos, junto con síntomas físicos (dolores de cabeza continuos, dolores de estómago, estrés y problemas de aprendizaje).

De 11 a 17 años

Los niños de 11 a 17 años, al ser mayores, pueden experimentar un conflicto entre el deseo de ver al progenitor ausente y el de ver a sus compañeros .

También pueden presentar dificultades escolares repentinas o, por el contrario, reforzar un patrón de comportamiento con aumento de las actividades sociales y educativas.

¿Cuáles son los efectos psicológicos y psicosociales del conflicto marital?

El impacto del conflicto en las familias separadas

Tal y como confirman diversos estudios científicos, más que la propia separación, parece ser el conflicto entre los padres el que produce los efectos negativos en el bienestar de los hijos.

Los niños que pueden llegar a experimentar una profunda sensación de soledad, una mezcla de emociones que rozan la sensación de abandono, la ira, la frustración, la impotencia y un aislamiento ligado a la dificultad de dirigirse al adulto , donde éste se ve absorbido por el conflicto.

Toda la energía emocional que los niños invierten para reaccionar ante este conflicto puede, de hecho, provocar que distorsionen sus emociones, aspectos de su vida y las necesidades de su edad.

Reconocerse en un modelo de identificación sexual muy devaluado por el conflicto también puede ser imposible para estos niños que, para poder mantener un sentido de su propio valor, se ven obligados a identificarse con el modelo materno.

Cómo crecen los hijos de padres conflictivos

Una internalización de modelos masculinos y femeninos inadecuados corre el riesgo de crear, en la edad adulta, dificultades para construir vínculos afectivos significativos y duraderos .

Además del miedo a crear vínculos a largo plazo , los niños también pueden experimentar el miedo a confiar en las personas, optando por cerrarse en sí mismos, hasta llegar a manifestar algunas conductas autolesivas con suicidios demostrativos y/o consumo de drogas.

Todos estos comportamientos implementados para reducir la ansiedad y tener un control aparente sobre el entorno.

El sufrimiento del niño parece pues aumentar con el aumento de los conflictos entre los padres , sobre todo si los conflictos se refieren a la educación y si son continuos, marcados por agresiones verbales o físicas.

¿Qué efecto tiene todo esto a largo plazo?

Efectos a largo plazo

Son pocos los estudios que se han centrado en el análisis del ajuste psicosocial de adultos con padres separados o divorciados.

De acuerdo con estos, sin embargo, parece probable que la experiencia de tener que lidiar con una separación con los niños a menudo puede tener consecuencias negativas para estos como adultos en términos de salud psicológica .

De hecho, parece que el divorcio de los padres, junto con los conflictos que lo precedieron y/o siguieron, constituye una de las causas capaces de aumentar la probabilidad de que ellos   también se enfrenten a un divorcio cuando sean adultos y desarrollen depresión. . ( Averigüe si realmente existe la depresión )

Importancia de la estabilidad para el niño

El niño en fase de ruptura entre los padres necesita estabilidad en sus relaciones afectivas , para sentirse protegido por las figuras parentales que tienen que cuidarlo.

A los niños que son demasiado pequeños les puede resultar difícil distinguir las relaciones entre él y sus padres y las que existen entre los propios padres. Esto podría hacerles pensar que desde que estos últimos han cambiado, también ha cambiado el sentimiento que los padres sienten hacia él.

El niño a menudo carece de herramientas cognitivas suficientes para procesar la causa de la «pérdida» de uno de los padres. También puede llegar a culparse por la ruptura , llegando a creer que no merece su amor.

Por lo tanto, para evitar enfrentar una separación traumática con los hijos, los padres deben ser capaces de dar continuidad al vínculo parental, acordando las opciones más adecuadas.

Manejar las emociones de la separación con los niños

Como hemos visto, afrontar una separación implica entrar en contacto con diversas emociones que, si no se gestionan bien, corren el riesgo de transformarse y prolongarse en el tiempo. En los casos en que su hijo llore o se enoje, por lo tanto, ¿qué se debe hacer?

Un abrazo mas que mil palabras

En primer lugar, es  importante abrazarlos suavemente . De esta forma aprenderá a expresar emociones. También se sentirá mucho más seguro y estable en la relación, consciente de que cuando experimente emociones intensas, su padre y su madre estarán cerca.

En este proceso se puede elaborar el sufrimiento que siente por algo que le falta .

Deja que la emoción fluya

¿Qué hacer en cambio en esos momentos de transición entre mamá y papá? ¿Cuándo se le ocurre que las cosas ya no son como antes? En los momentos en que empieza a llorar, ¿por qué querría quedarse con el padre o con uno u otro padre?

En estos casos dejarlo llorar es lo mejor que se puede hacer , ya que tener un hijo que se traga sus emociones puede ser perjudicial.

En cambio, veamos cómo después de las crisis de llanto, los niños son capaces de sentir plenamente el amor por un padre.

Esperando ante el rechazo

¿Qué pasa si tu hijo te rechaza?

Mantén contacto visual con él y déjale sentir que eres digno de confianza. Tal vez tratando de decir «Estoy aquí para escucharte mientras tengas ganas de venir conmigo».

Estas palabras serán terapéuticas para su alma doliente.

Y cuando haya terminado de expresar todas sus emociones, estará listo para irse contigo.

Evita que elija con quién quedarse.

¿Y la custodia?

Depende de los padres tomar las decisiones sobre cuándo y cómo compartir la custodia de los niños.

Dejar a los niños con la responsabilidad de decidir sería obligarlos a tomar partido por uno u otro, creando una paradoja interna que genera un enorme sufrimiento.

Enséñale a tolerar la carencia.

Además, cuando un niño está con usted, pero quiere volver con el otro padre, debe escuchar sus emociones y evitar llevarlo de vuelta con el otro padre .

Esto fortalecerá la relación con tu hijo y lo ayudará a superar las emociones que siente al tener que lidiar con una separación.

Además, tranquilizarlo diciéndole que el otro padre lo ama es fundamental.

Pide ayuda cuando se pierde

¿Qué pasa si los padres no pueden hacer todo esto?

En estos casos puede ser útil que el progenitor sea apoyado por un psicólogo psicoterapeuta que pueda acoger su sufrimiento y ayudarle a trabajar en su duelo. La ayuda de un profesional puede ayudar al padre a volver a ser un punto de referencia para su hijo y, al mismo tiempo, una persona más consciente y lista para hacer nuevas inversiones emocionales.

Porque se sabe que los grandes cambios siempre son difíciles de manejar, incluso si se desea.