¿Alguna vez te has encontrado en la posición de tener que cambiar todos tus planes debido a sentimientos de culpa ? Tal vez querías tener una cita sencilla e inofensiva con amigos, solo que la pareja no estuvo de acuerdo y te culpó de ser un egoísta que piensa solo en sí mismo.

Si observas esta escena desde afuera, seguramente te darás cuenta de cómo la Culpa puede transformarse en la mejor manera de manipular al otro . ¡En este caso, el otro manipulado fuiste tú!

Este Sentimiento puede caracterizar la personalidad de cada uno de nosotros y el grado de intensidad con que lo experimentamos también puede depender del tipo de educación que recibimos de nuestros padres o de las primeras amistades que experimentamos.

Si quieres aprender a cuidar , empezando a pensar un poco en ti , sigue leyendo para enterarte de lo que tengo que contarte.

Aprendemos sobre la culpa

El sentimiento de culpa, como ya sabes, es un sentimiento bastante fuerte e impactante ya que domina y caracteriza a la persona en su totalidad. A menudo, las acciones que somos llevados a hacer, de hecho, tienen el único propósito de sacárnoslo de encima.

A menudo se acompaña de sentimientos de vergüenza , vergüenza y la necesidad de autocastigo .

Cuando prevalece la culpa, todo se ve de forma negativa y hay un enorme sentido de responsabilidad y culpa por lo que uno hace o dice. Es en ese momento que el sentimiento de culpa comienza a hurgar en su interior, como un gusano, más y más profundo, convirtiéndose en una verdadera pesadilla que se vuelve difícil de interrumpir, si no es que remediar de inmediato lo que la generó.

La culpa, si se maneja mal, puede hacer que nuestra existencia sea un infierno, haciéndonos sentir enjaulados, incapaces de tomar nuestras propias decisiones y vivir una vida pacífica. Quien experimenta fuertes sentimientos de culpa siente toda la responsabilidad sobre sí mismo y sabe que no puede equivocarse por ningún motivo.

Aquellos que actúan por culpa a menudo llegan a hacer mucho BIEN a los demás, y terminan haciéndose mucho DAÑO a sí mismos .

Pero, en esencia , ¿para qué sirve este sentimiento de culpa (cuando funciona) ? ¿Y de dónde viene toda esta necesidad de ocuparse por los demás?

La verdadera función de los sentimientos de culpa

El psicólogo Izard la definió como un sentimiento moral que aparece evolutivamente de forma tardía y, sobre todo, más tardía que otras emociones primarias como la ira, la tristeza, la alegría y el miedo.

Es un sentimiento moral que promueve un comportamiento ético , es decir, un comportamiento determinado por un juicio negativo como resultado de una actitud incorrecta o en todo caso incorrecta desde el punto de vista moral.

Este tipo de comportamiento genera sentimientos de arrepentimiento o remordimiento provocados precisamente por la situación en la que se ha transgredido el respeto a la norma oa la conducta moral deseada por la propia sociedad.

El sentimiento de culpa fue estudiado y definido por primera vez por Freud en 1915. Dedicó su atención al aspecto intrapsíquico del sentimiento de culpa, o cómo es experimentado internamente por la persona . Llegó a plantear la hipótesis de que este sentimiento lo experimenta el individuo en carne propia y que se forma tras transgredir una norma .

A lo largo del tiempo, sin embargo, la culpa ha sido definida y teorizada como un sentimiento en relación con la sociedad , por lo tanto como un sentimiento negativo que se origina por haber violado una norma vigente en un contexto determinado.

Personalmente creo que la culpa ayuda a las figuras paternas a cambiar su comportamiento cuando se dan cuenta de que están adoptando una educación inadecuada para sus hijos.

En muchos casos, sin embargo, aquellos que experimentan fuertes sentimientos de culpa en las relaciones adultas han tenido una educación rígida en la que a menudo se encuentran adoptando una «actitud paternal» hacia los demás .

Quienes se sienten culpables suelen ser empáticos y respetuosos. Sin embargo, ser respetuoso no significa que siempre tengas que sentirte responsable de cómo se siente el otro.

¿Dónde comienza y dónde termina nuestra responsabilidad?

Un sentimiento muy relacionado con la culpa es el sentido de la responsabilidad , o la sensación de tener todo el peso “sobre los hombros”.

Esto puede volverse agobiante en la medida en que sentimos que todo depende de nosotros y de nuestras elecciones . Nos transformamos en generadores de placer o, por el contrario, de dolor. Todo depende de nosotros desde el círculo cercano de personas con las que estamos vinculados, hasta, en los casos más graves, sentirnos responsables de toda la humanidad.

Pero, ¿realmente tenemos todo este poder? ¿Tenemos el poder de hacer feliz o infeliz a alguien? ¿O simplemente nos rodeamos de personas que, a diferencia de nosotros, no quieren asumir la responsabilidad y deciden descargarla en otra persona?

Me acuerdo de una persona en el aeropuerto que por pereza, fingiendo estar muerta de cansancio, le pide a otra persona que ya está cargada que lleve su maleta. El otro, alma buena, ¿quién se rinde? Por supuesto que no, correría el riesgo de pasar por una mala persona, tal vez incluso insensible y hasta egoísta.

Es como si la persona percibiera que sólo actuando correctamente puede ser amada y apreciada mientras que, de lo contrario, puede surgir un juicio negativo.

Ahora, si intentas reemplazar la «maleta» con «vida», ¿qué ves? Veo a dos personas que al final hacen lo mismo, es decir, por una u otra razón evitan asumir la responsabilidad de su propia existencia , delegándola en otros o asumiendo una carga que no es la suya.

¡Piénsalo!

3 formas efectivas de lidiar con los sentimientos de culpa

Finalmente hemos llegado al meollo del asunto. Ahora compartiré contigo tres consejos útiles para poner en práctica y deshacerte de tu culpa de inmediato.

Consejo n.º 1: sé consciente de tus defectos

Tira en un papel todos los sentimientos de culpa que tienes dirigiéndote a la persona por la que sientes que los sientes. Discúlpate con ella, dale palmaditas en el pecho y trata de explicarle por qué te sientes así.

Te ayudará a ver las cosas desde un punto de vista diferente.

Consejo #2: Asuma la responsabilidad “real”

¿Tu escribiste? Bueno, ahora piensa en esto: ¿quién es realmente responsable de tus sentimientos de culpa? ¿Es el otro quien los “mete” o eres tú quien elige dejarlos entrar?

Piénsalo, imagina una familia con muchos hermanos y hermanas. Todos tienen la misma madre que trata de hacer que todos se sientan culpables diciéndoles las mismas cosas a todos. ¿Crees que todos los hermanos y hermanas reaccionarán de la misma manera? Obviamente no.

Esto se debe a que no es lo que dice la madre lo que crea la culpa, sino cómo los hermanos y hermanas reciben la comunicación.

Has demostrado que muchas veces percibimos lo que nos dice la otra persona como una crítica que nos hace sentir inadecuados . En ese momento, hacemos todo lo posible para que cambie de opinión y terminemos dándole el poder de decidir si valemos y cuánto valemos .

Nosotros somos los que creamos nuestros estados de ánimo y por mucho que responsabilices al otro de tus reacciones , en realidad dependen de ti y de la idea que creas que el otro puede hacerte. Si eres tú quien en ese momento eliges hacer lo que el otro te pide, esperando que vuelva a tener una buena idea de ti.

Ahora, si comprende este mecanismo, entonces puede comenzar a negarse a sentirse culpable y seguir su propio camino.

¿Cómo? Asumir la responsabilidad de su vida .

Si quieres empezar a hacerlo, coge un papel, escribe lo mejor que te gustaría para ti y empieza a trabajar para que se haga realidad. Y si realmente quieres hacerlo, comienza a sentirte un poco culpable contigo mismo si no te das cuenta de ellos.

Consejo #3: Devuélvele la maleta a la otra persona

Si entiendes que eres el único responsable de lo que sientes, el mismo razonamiento también se aplica al otro.

Así que no hace falta decir que por mucho que el otro quiera que creas que su reacción depende de ti, en realidad su experiencia depende de él (o ella).

Es el mismo razonamiento que antes y para estar seguro, haz este experimento: trata de usar el mismo enfoque o actitud con al menos tres personas diferentes, incluso las emocionalmente cercanas. Estoy dispuesto a apostar que reaccionarán de tres maneras diferentes.

Bueno, ahora que hemos descubierto que eres una persona libre, deja que el otro lleve su maleta.

Recuerda: fuimos creados para llevar la carga de una sola persona, la nuestra.

PRIMA

Reflexiona: Cuando te sientes culpable, ¿qué haces? Actúa para que desaparezca. En realidad, haces todo, es decir, lo haces OBTENER (creencia incorrecta #1: tengo el poder de hacerte sentir mal) y lo haces DESAPARECER (creencia incorrecta #2: tengo el poder de hacerte sentir bien).

De hecho eres un mago. Pero ¿por qué funciona? ¡Solo porque ambos lo creen!

Pero si cambias las reglas, verás que el otro se verá obligado a cambiarlas también.

Así que piensa detenidamente en tus creencias y el efecto placebo de tus acciones.

Bien. Diría que te he dado mucho en que pensar.

Lo único que tenéis que hacer es poner en práctica estos sencillos ejercicios/reflexiones que os he compartido y que espero os sean de utilidad para empezar a cambiar la forma de relacionaros.

Si luego ves que tu sentimiento de culpa sigue siendo demasiado fuerte, siempre puedes optar por llamarnos.

Juntos encontraremos la manera más adecuada para que usted se deshaga DEFINITIVAMENTE de su culpa enfermiza .