Venezuela es uno de los destinos turísticos de aventura más variados y exóticos del mundo, desde tepuyes, ríos, nieve, desiertos; este país lo tiene todo para los amantes del ecoturismo. ¿Te atreves?

El Delta del Orinoco es la desembocadura del río más caudaloso del mundo hacia el océano Atlántico. Sus aguas marrones, llenas de nutrientes que arranca su corriente del corazón de la selva venezolana, se funden en el azul profundo del mar, en un espectáculo de colores que solo en una paleta de un pintor puedes ver.

El delta está lleno de numerosos caudales que desde el Orinoco desembocan en el océano cual abanico. Dando no sólo la oportunidad de navegar por ellos en aguas calmadas, y disfrutar de múltiples islotes naturales formados a partir de bancos de arena los cuales puedes pasear en una curiara, el bote típico hecho por los indígenas de la región.

La importancia de la desembocadura del Delta del río Orinoco va más allá de las actividades económicas que se realizan en esta autopista fluvial. Las aguas de éste transportan nutrientes desde uno de los suelos más ricos del planeta hasta por todas sus orillas hasta el mismo már. Alimentando y nutriendo a las especies de animales y plantas del océano Atlántico mismo.

El espectáculo de colores y sonidos no es menos impresionante que el río en sí que en algunos momentos se ensancha de forma tal que sólo agua se ve en el horizonte. Sus orillas están repletas de una flora y fauna colorida: loros, garzas, guacamayos, monos araguatos, y pez más emblemático, la Piraña.

Si la adrenalina te hace bien al cuerpo, puedes navegar por una curiara, un bote hecho por los indígenas a partir de un tronco entero de árbol, y pescar estos hambrientos peces. O luego puedes ir a observar como la contramarea penetra desde al Atlántico río adentro en un fenómeno natural único en el mundo que algunos amantes del surf vienen a remontar.

Como si fuera poco, las orillas del río y de los caudales, reposan al sol incontable cantidad de caimanes tomando sol. O la impresionante Anaconda, la serpiente más grande el mundo capaz de tragar un ser humano entero.

Si quieres vivir la experiencia total de aventura, existen numerosos campamentos indígenas adaptados a la experiencia de ecoturismo de aventura. En ellos entre fogatas de noche, dormir en hamacas bajo lluvias de estrellas, salir a observar la multitud de especies de aves endémicas, y entre cuentos y relatos de indígenas, puedes vivir la sensación de haber desechado tu alter ego de ciudad, y fundirte en uno con la naturaleza.