Get Even More Visitors To Your Blog, Upgrade To A Business Listing >>

Fármacos para el cáncer: amor & odio

Quizás suene un poco absurdo, pero yo he sido una persona muy sana hasta los 34 años, cuando me diagnosticaron el cáncer de mama. Antes de eso no iba al médico ni a controles ginecólogicos. Yo era de las de ir a trabajar con fiebre y no tomaba ni una aspirina, a menos que fuera muy necesario. Los hospitales me ponían mala y ver Sangre me provocaba mareo.

Con la enfermedad todo cambió. Empecé a tener montones de citas médicas, pinchazos para muestras de sangre a tutiplén, visitas al quirófano y por supuesto medicamentos que tenía que tomar no un día ni una semana sino años y, ahora, de por vida.

El Ibandronate, que forma parte del grupo de fármacos denominadas bisfosfonatos, es nuevo para mí. Me ayuda a regenerar los huesos. Eso suena muy bien pero es mejor no saber o no pensar demasiado en sus efectos secundarios, los que espero nunca tenga. No me gusta nada y solo deseo que se termine el año y poder decirle adiós.

En cambio el Tamoxifeno, un tratamiento hormonal que bloquea la acción del estrógeno en las células de las mamas y puede ayudar a detener el cáncer en caso de que este sea sensible a esta hormona, es mi viejo amigo. Tengo una relación amor-odio con él. Me ha provocado sofocos, problemas de endometrio y calambres en las piernas, pero mantiene mis metas a raya y me alarga la vida. Gracias a que funciona bien en mi cuerpo, no necesito quimio así que, aunque tengamos una relación tóxica, espero que sea por mucho tiempo.




This post first appeared on Cáncer De Mama Metastásico, please read the originial post: here

Share the post

Fármacos para el cáncer: amor & odio

×

Subscribe to Cáncer De Mama Metastásico

Get updates delivered right to your inbox!

Thank you for your subscription

×