Así andamos estos días (aunque la foto ya tiene unos meses), tratando de capear con risas y en familia a este monstruo que nos acecha.
Parece ser que mis mareos (esos que según a quien se lo cuente son vértigos, cervicales, la tensión o simplemente calor) vienen de dos nuevas metástasis en el cerebro que significan eso que nunca queremos oír: progresión de la enfermedad.
Toca en ronda de pruebas (ayer gammagrafía ósea y tengo pendientes dos resonancias) para valorar si ha habido progresión de la enfermedad en el resto del cuerpo o solo en el cerebro y decidir el tratamiento a seguir.
Además, la semana que viene me tocaba tratamiento, pero al final ha habido que retrasarlo porque es incompatible con las pruebas que me tienen que hacer.
Lo único que se me ocurre pedir en estos momentos es más conciencia y más investigación.
›Si todo el dinero que gastan las empresas en hacer marketing del lazo rosa lo donaran a investigación.
›Si el cáncer metastásico se dejara de ignorar en los medios de comunicación porque no es tan bonito ni tan rosa como el cáncer en fases tempranas.
›Si la gente nos dejara de dar por perdidas cuando se enteran de que tenemos cáncer de mama metastásico.
›Si dejara de existir ese pensamiento de que algo habremos hecho para estar enfermas.
Quizás Entonces no me vería hoy en esta situación y me podría considerar curada o en remisión hace tiempo.
Quizás entonces no tendría que vivir con el miedo de dejar a mis hijos huérfanos.
Quizás entonces no viviría cada prueba de reevaluación como un examen imposible de aprobar
Quizás entonces dejaría de sentir que mi propio cuerpo me boicotea.