Ahora que soy más cociente del aquí y Ahora ya no gasto mucho tiempo en Cosas que no valen la pena.
Esas pequeñas discusiones cotidianas, el desorden en la habitación de la hija, las meteduras de pata, los chismes, las diferencias, el desgano de algunos, y una larga lista de cosas en las que no tiene sentido invertirlo. Eso de que el tiempo es oro no es un cliché sino una realidad, al menos para mí. Ya no soy tan espléndida a la hora de perder tiempo con todas las situaciones del día a día, soy más selectiva, me empiezo a dar cuenta la importancia de gastarlo en cosas que valen la pena y en personas que me hacen bien, antes no lo veía así y lo malgastaba en cosas sin sentido, me comía la cabeza con nimiedades. Sé que tengo mucho camino por recorrer pero cada nuevo aprendizaje me hace sentir mejor conmigo misma y saber administrar el tiempo es algo que me produce tranquilidad. Vivo la vida, la dejo fluir y me siento a escuchar el tic tac del reloj en una calma que no tienen precio. @mamaconmetas