Estamos acostumbrados a tomar el papel del héroe, armarnos hasta los dientes y luchar para evitar una invasión alienígena, pero y si somos nosotros los invasores, ¿no sería más divertido?

Durante la sexta generación de consolas, el dominio de Sony era total, muchos de los juegos eran lanzados en esa plataforma de forma exclusiva porque la cantidad de unidades vendidas hacía rentable algunos proyectos poco convencionales con presupuestos de desarrollo razonables, por eso existen títulos como este.

Yo durante esa generación tuve una GameCube, la cual disfruté bastante, pero también me quedé sin jugar algunos títulos que nunca salieron en la consola porque las perspectivas de ventas no eran prometedoras. Afortunadamente varios juegos de esa generación fueron remasterizados para la PS4, a un precio razonable y así terminé jugando este.

La trama comienza con una cinemática donde vemos que un extraterrestre es impactado por un misil en una zona de pruebas de armas de los Estados Unidos, la nave queda dañada y su tripulante herido es capturado. Luego conocemos a nuestro personaje, Criptosporidium 137 o de cariño Cripto y a su “jefe”, quienes pretenden rescatar a su amigo y de paso conquistar la tierra.

Y es que nuestro antecesor fue enviado para recuperar tallos cerebrales humanos porque contienen fragmentos de ADN de nuestra raza los Furon, que los necesita porque el material genético que usan para perpetuar la especie a través de la clonación se está deteriorando; lo que siguen son un montón de situaciones ridículas mientras descubrimos cosas sobre los humanos y como dominarlos

La historia está llena de humor y es contada a través de cinemáticas que usan el motor del juego, recortes de prensa muy propios de la década de los 50 en los Estados Unidos y donde se parodia como el gobierno trataba de ocultar todo lo malo a la ciudadanía, culpando siempre a una serie de extraños accidentes o a las maniobras de los malvados comunistas que eran el chivo expiatorio favorito de la época.

Este es un título de acción y aventura en tercera persona donde controlamos a un pequeño, pero poderoso hombrecillo gris tratando de completar Misiones que nos son asignadas desde la nave nodriza. Una vez accedemos a cada área, esta es desbloqueada para que la podamos explorar de forma libre como si fuera un mini mundo abierto para conseguir ADN y desbloquear la siguiente misión de la campaña.

Cuando exploramos de forma libre, los lugareños notarán nuestra presencia y avisarán a las autoridades, así que existen diferentes niveles de alerta, al estilo de otros juegos como GTA, que hacen que lleguen enemigos más complicados y molestos, podemos ocultarnos para bajar la conmoción.

Las Misiones Secundarias, se pueden describir como una serie de retos como carreras, destrucción de edificios, eliminación de oponentes o recuperación de tallos cerebrales, con un límite de tiempo; siempre son las mismas en todos los niveles y al completarlas recibimos ADN, si las repetimos su nivel de dificultad aumenta igual que la recompensa.

Nuestro arsenal es amplio, pero se va desbloqueando poco a poco mientras progresamos en la trama, al inicio contamos con un arma eléctrica, podemos mover objetos con la mente, poder leer los pensamientos de las personas, extracción de cerebros y la posibilidad de disfrazarnos como los humanos que veamos. Luego ganaremos otras que son bastante destructivas.

También tendremos acceso a nuestro platillo que cuenta con su respectivo rayo de la muerte con el que podemos destruir edificios y vehículos, que es útil para movernos rápidamente, pero nos impide recuperar ADN. Y que será un arma útil en algunas de las misiones de la campaña.

Casi todas nuestras herramientas se pueden mejorar en el laboratorio de la nave, solo debemos gastar la cantidad de ADN que nos pida cada una, pero tampoco se desbloquean de forma inmediata, tenemos que ir progresando en la historia principal para abrir las opciones y si es necesario se pueden repetir las misiones secundarias para tener los recursos necesarios.

En el momento de salida, la consola ya se encontraba madura y la gente de Pandemic trató de sacarle el máximo provecho a su experiencia previa usando los motores de físicas más populares del momento para los poderes, y permitiendo la destrucción masiva de los ambientes, si bien el resultado no es realista, funciona bien con el tono cómico de la trama.

Los escenarios que exploramos no son muchos, ni demasiado variados, un pueblo agrícola, una base militar en el desierto, una ciudad costera, un completo industrial y la capital de los Estados Unidos, o una versión alterna a la real. Los modelos de los habitantes de estas regiones son consistentes, pero también se repiten muchas veces, supongo que para hacerlo sencillo de programar y que no se afecte el desempeño.

Las voces estuvieron a cargo de un equipo de actores profesionales que previamente habían trabajado en otros juegos y series de animación, así que este es uno de los puntos fuertes del título, pues capturaron a las perfección la histeria de la década, lo calculador del extraterrestre a cargo y lo volátil de la personalidad de Crypto.

La música estuvo a cargo de Garry Schyman, un veterano con experiencia en el cine y la televisión, pero poca en la industria de los videojuegos. Se me hizo algo genérica, típica de las películas de extraterrestres, y es que el propio autor admitió que se inspiró en la banda sonora de la cinta “el día que la tierra se detuvo” y el uso del theremín que se volvería un cliché en ese tipo de producciones.

El concepto y el humor del juego son muy llamativos, la opción de explorar las áreas como si se tratara de pequeños mundos abiertos es divertida, igual que la progresiva mejora de nuestro arsenal, lástima el esquema de control no colabore y que las misiones secundarias se sientan tan aburridas y repetitivas; los aspecto técnicos son un apartado mixto. Un juego sólido y con potencial que vale la pena probar a un precio reducido.

Lanzado originalmente para la PS2 y Xbox, ambas ediciones se consiguen a buen precio gracias a las buenas ventas del título en su momento, también hay una edición remasterizada para PS4 de 2016 y también una adaptación para NSW, PC, PS4 y Xbox One que reconstruyó los gráficos, ajustó los controles y agregó contenido que había sido eliminado del juego original.

Valorado 7/10 vacas abducidas