Con el respaldo de una franquicia muy querida en Japón, llegó esta entrega original en 2010. Un Juego de dragones, aventuras y muchos combates por turnos. Dragon Quest IX.

Dragon Quest se demoró mucho en volver a occidente pues sus primeros intentos no lograron el éxito esperado, pero para la época de la Nintendo DS ya se había comprobado que tenían un público por estos lados, aunque se lanzaban un año más tarde que en Japón pues se tomaban el tiempo para la localización.

Yo compré el Dragon Quest V en un remake para Nintendo DS y me encantó, decidí empezar a probar otros títulos de la franquicia y compré el IX muy pronto en su lanzamiento. En mi ciudad se encontraba en una tienda que era oficial de Nintendo, y por alguna razón, rebajó el precio muy pronto después de su salida. Incluso logré convencer a algunos amigos para que pudiéramos jugarlo en grupo, algo que desafortunadamente nunca ocurrió pues cada uno lo jugó a un ritmo muy diferente y algunos ni lo destaparon.

Este fue le primer juego de la franquicia que es original para la Nintendo DS, pues previamente ya se habían recibido remakes de juegos clásicos anteriores. El éxito de estos remakes animó a Square Enix a desarrollar un nuevo juego.

Yggdrasil, el gran árbol del mundo, le permite a los celestiales acercarse al todo poderoso por medio de una fruta. El asunto es que las frutas no son gratis, cada celestial debe cuidar una villa, alimentar al árbol con la energía de las buenas acciones de los mortales que viven allí para que nazcan frutos que será recogidos por el Expreso Estelar.

Nuestro protagonista es asignado como guardián de la Villa de Anquila. Todo parece ir muy bien pues está recolectando lo suficiente como para merecer su paseo en tren, pero es atacado por una fuerza oscura que desperdiga los frutos, afecta al tren estelar y nos manda a volar por los aires. Al despertar, nuestro ángel es ahora un mortal que ve a los celestiales y a una hadita mandona, que le encomiendan buscar la fuente del mal, recuperar los frutos, restaurar el Expreso Estelar y volver a su ciudad de angelitos.

Los juegos de la franquicia Dragon Quest no tienen relación entre sí, mas allá de compartir sus aspectos artísticos y modos de combate, sus historias son totalmente independientes. Pero al parecer, como pasa con la series de The Legend of Zelda, el público identificó una especie de línea temporal que pondría los juegos en algún orden cronológico. Según esos fanáticos este título, DQIX es la precuela de todos los otros juegos pues explica algunos seres, personajes o eventos que se repetirán en otros. No es para premio pero si es entretenida.

Las mecánicas como juego de rol japonés se mantienen sin muchas variaciones. Combatiremos por turnos al encontrar un enemigo, usando un menú para lanzar ataques, poderes especiales que gastan magia o defendernos. La exploración será muy clásica, es decir que debemos recorrer mapas para conversar con personajes secundarios, tomar misiones de recolectar algún ítem o eliminar a algunos monstruos.

Al derrotar enemigos o cumplir misiones subimos de nivel a nuestro angelito y podemos elegir diferentes tipos de trabajos con las que podemos aprender el uso de armas nuevas o aprender poderes diferentes. Como compañeros de equipo podremos contratar mercenarios en la taberna, que serán totalmente personalizables, desde sus niveles, clases o aspecto estético. Las clases son muy variadas, tendremos usuarios de magia, guerreros de cuerpo a cuerpo, artistas marciales, curanderos y muchas otras opciones. Varias de las clases se irán desbloqueando al cumplir misiones especiales.

Las armas, armaduras, equipables y consumibles se podrán adquirir en tiendas, derrotando enemigos, en cofres escondidos en los calabozos o incluso creándolos con unas mecánicas de alquimia, lo que nos motiva a andar recogiendo partes de monstruos y otros items que sirven para crear objetos únicos.

La doble pantalla de la consola se aprovechó bastante bien pues podemos jugar usando los controles clásicos o la pantalla táctil de forma inmediata. También tenemos opciones multijugador en local, con calabozos exclusivos para este modo y que además daban recompensas especiales. El juego aprovechaba más opciones de la DS, como la conexión online que se estrenó para las portátiles de Nintendo con la que se podían tener misiones descargables extra de forma gratuita.

Desafortunadamente el juego nos obliga a combatir en muchas peleas repetidas, pues subir de nivel requiere demasiados puntos de experiencia y eso alarga el juego haciéndolo tedioso en algunos puntos. También se pueden acusar varios picos de dificultad que obligan a trabajar más de la cuenta,  alargándolo a más de 70 horas para pasarlo o incluso más de 200 horas si quieres recolectar todo lo que tiene disponible.

El estilo artístico bebe de los diseños de Akira Toriyama, que son clásicos de la serie. Nuestros personajes están representados en pantalla por muñequitos deformados muy expresivos. Visitaremos montañas, castillos, bosques, mares, desiertos y muchos otros paisajes variados, coloridos e imaginativos en un mundo muy grande. También, como es clásico en la franquicia, nos seguirán otros guerreros que podremos personalizar al detalle en sus armaduras, caras y trabajos.

Los monstruos son los clásicos de la serie y  resultan entrañables. Gotitas de slime, gatitos, armaduras o los siempre intimidantes gigantes de roca. Los jefes finales son enormes para la pantalla y tenemos guiños a otros juegos de la serie con monstruos traídos de otras entregas.

En puntos especiales nos pondrán escenas animadas de muy alta factura. Allí veremos a nuestro ángel y a muchos personajes que representan las diferentes clases y monstruos. Se nota que Dragon Quest IX es de los últimos juegos que se lanzaron para la DS y su diseño exprime al máximo las dos pantallitas de la portátil.

La música tiene muchas trompetas y percusión orquestal, viene directamente de la banda sonora clásica de la serie de Dragon Quest. Varias canciones, fanfarrias y efectos especiales, son los mismos de los juegos anteriores y son de buena calidad, pero por la duración extendida del título las tonadas se pueden llegar a sentir repetitivas.

Este juego trae la opción de textos en español con marcado acento ibérico, pero que se perdona al ser un título que tiene ambientación medieval fantástica y que incluso se toma el trabajo de cambiar los nombres de sitios o personas para que las bromas de palabras tengan algún sentido.

Dragon Quest IX: Sentinels of the Starry Skies, es una entrega exclusiva y muy cuidada de una de las series más longevas y alabadas de JRPGS para la Nintendo DS. Por la naturaleza especial de la consola portátil se diseñó aprovechando muchas de sus herramientas, como la pantalla táctil, opciones sociales y conexión online. Pero, incluso mucho tiempo después de que cerraran sus opciones de conexión online, puede disfrutarse al máximo pues su sistema de combate es sólido y los aspectos artísticos exprimen la consola.

La historia es sencilla pero divertida, las opciones de clases dotan de variedad al juego y podemos diseñar nuestro equipo a nuestro gusto aunque esto merma un poco la sensación de desarrollo de los personajes principales. El mundo es enorme y lleno de historias secundarias muy interesantes.

Desafortunadamente el juego se empeña en obligarnos a tomar muchas misiones secundarias, a combatir repetidamente para subir de nivel, o a encontrarnos con muros de dificultad en los calabozos de la historia principal, lo que alarga la aventura de forma algo forzada.

Dragon Quest IX: Sentinels of the Starry Skies fue desarrollado por Level 5 y publicado por Square Enix en exclusiva para la Nintendo DS. Se lanzó originalmente en 2009 sólo en Japón y llegó a Occidente en 2010.

Valorado 8/10 frutas benditas