Después del decepcionante inicio de la franquicia, no había muchas esperanzas de que esta mejorara significativamente en esta segunda entrega, sin embargo, los desarrolladores supieron sacarle provecho a la consola y a su control.

Red Steel fue uno de los primeros títulos revelados para el Wii, las primeras imágenes y comentarios lo hacían lucir como una excelente implementación del control. Cuando salió, todo fue decepción, pero igual logró vender más de un millón de copias solo por ser uno de los primeros juegos del género para la consola.

Este éxito comercial animó a Ubisoft para empezar a trabajar en una secuela que corrigiera todos los problemas del primer juego; con excepción del nombre y la mezcla de ambientes orientales y occidentales todo lo demás fue modificado. Las críticas positivas me animaron a darle una oportunidad y el combo que traía el motion plus terminó de inclinar la balanza a su favor, afortunadamente si es muy superior a la entrega original.

La trama arroja al Personaje Principal en medio de la acción, pues fue capturado por unos forajidos que lo quieren hacer pedazos, pero se libera rápidamente y huye hacia la ciudad donde estaba tratando de ir inicialmente, porque el antiguo maestro que nos enseñó todo lo que sabemos (y seguirá dando clases por el resto del juego) nos ha llamado para que ayudemos a vengar a nuestro clan y destruyamos las aspiraciones del malvado de turno.

El resto de la historia solo revela fragmentos del pasado del protagonista y los pocos personajes con los que se interactúa sirven más como entrenadores, tiendas y formas de asignar misiones que realmente seres interesantes con los que valga la pena intercambiar diálogos. Al final la historia está bien contada, con buenas animaciones y suficientes voces, pero no es muy interesante, tampoco estorba en ningún momento, es simplemente funcional.

Este es un juego de disparos en primera persona con elementos de combate cuerpo a cuerpo, pero a diferencia de la primera entrega, en esta ocasión se ha puesto un gran énfasis a los controles, haciendo del motion plus un accesorio obligatorio para disfrutar del juego. Las armas y la espada se integran de forma fluida durante el combate, permitiendo intercambiarlas y pasar rápidamente de un corte a una serie de disparos a distancia.

El uso del motion plus se hace evidente desde el primer momento, aunque los espadazos y cortes no son idénticos a los que hace el jugador, si son Bastante parecidos; el juego también tiene en cuenta la fuerza con la que se realizan, movimientos rápidos representan ataques fuertes que permiten remover la defensa de los oponentes. Para bloquear se tiene que colocar el control en la posición correcta, y al combinarlos con algunos botones se logran movimientos especiales diferentes.

Otro aspecto en que se ha hecho énfasis es en la posibilidad de mejorar progresivamente el personaje y sus armas usando dinero del juego, que se puede encontrar explorando, haciendo combos más largos o rematando con estilo. Las mejoras pueden ser nuevas técnicas para romper defensas, atacar a varios enemigos al tiempo, o sacar ventajas de las debilidades; o cambios a las armas como mayor cantidad de daño, mayor capacidad del cargador, penetrar armaduras, etc.

Los mundos son pequeños pero detallados, y en todos se presentan misiones adicionales para conseguir algo de dinero extra. Estas misiones usualmente son simples y consisten en su mayoría en buscar algo/alguien y destruirlo/matarlo, por lo que se hacen bastante repetitivas, pues se siente como una forma artificial de alargar el juego, que igual no debe tomar más de 12 horas para terminar.

Un aspecto negativo y que definitivamente se siente como un paso atrás, es que, a diferencia del juego anterior, este título no tiene ningún modo para múltiples jugadores. Y es una lástima porque algún tipo de opciones para compartir con otras personas le darían un valor mayor al producto y la posibilidad de sacarle más provecho a la inversión.

A diferencia del título anterior donde la compañía trató de lograr un look realista, en esta ocasión decidieron usar un estilo grafico diferente, con efectos cell shading para aprovechar las capacidades de la consola, sin poner en evidencia sus limitaciones. Esto permite usar texturas sencillas y modelos de personajes menos complejos. El resultado es bastante bueno y se combina bien con el ambiente exótico que resulta de mezclar vaqueros con ninjas y samuráis.

El diseño del personaje principal, algunos secundarios y los jefes son muy buenos y logran mostrar esa mezcla cultural del lejano oeste con las costumbres ancestrales japonesas e incluso algunos elementos más modernos. Pero lamentablemente no todos los elementos tienen el mismo trabajo, y los enemigos pequeños son poco imaginativos y bastante repetitivos y a menos que cambien radicalmente de clan, todos se parecen mucho entre sí.

Los sonidos ambientales están muy bien realizados, los disparos de las diferentes armas, los choques de las espadas, y todo el apartado sonoro es sólido a lo largo de todo el juego. Se combinan bien los elementos mecánicos, con la poca naturaleza que se encuentra en ese desolado y árido ambiente.

Las voces son un apartado mixto, los diseñadores no supieron que hacer con el personaje principal, al principio lo presentan con el héroe silencioso, pero luego le dan un par de líneas, que le quitan todo el misterio al mismo y no aportan nada interesante. Los personajes secundarios hablan bastante y digamos que el 50% hace bien su papel, la otra mitad de actores hicieron el mínimo esfuerzo posible.

La mezcla de estilos orientales y occidentales se ve claramente reflejada en la música del juego, y personalmente me parece que el compositor hizo un gran trabajo con toda la música ambiental. No es perfecta, pero es uno de los puntos fuertes del juego, pues ayuda a dar credibilidad a un mundo que combina vaqueros, samuráis y ninjas, sin preocuparse mucho por darnos una explicación al respecto.

Aún con sus problemas menores, la cantidad de opciones de ataques, la gran mejora en los controles, la acertada mezcla entre disparos y ataques de cerca, elevan este juego muy por encima de su antecesor en todo lo que a jugabilidad se refiere. El nuevo estilo visual oculta las limitaciones técnicas de la consola y junto con la música le da una identidad única al juego, vale la pena jugarlo.

Las ventas del juego estuvieron muy por debajo de lo esperado y fue uno de esos títulos que sufrió bastante por el nivel de piratería de la consola, igual se vendió una cantidad de razonable de unidades así que no es tan difícil de conseguir y solo está disponible en Wii por su modo de control.

Valorado 8/10 héroes sin nombre