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[GCN] Bloody Roar: Primal Fury


Hombres que se convierten en bestias en un reino propio y ganando millones como mercenarios. ¿Porqué tendrían las otras naciones que ponerse a la defensiva?

CONTACTO INICIAL


Cuando los juegos de pelea pasaron a ser tridimensionales la PlayStation se hizo con muchos ports interesantes de los arcades. Conocí la serie Bloody Roar en los alquileres de consolas y le puse muchas horas a las dos primeras entregas. Desde allí le perdí la pista a la serie, pero con la adquisición de una Gamecube, Bloody Roar: Primal Fury fue compra obligada junto con Soul Calibur II como los mejores juegos de peleas en 3D de la consola.


Los dos primeros juegos de la serie gozaron de muy buenas ventas en PlayStation, pero para la llegada de la PS2 la tercera entrega acusó algo de fatiga en su fórmula, lo que le afectó las ventas. Bloody Roar Primal Fury fue una entrega con exclusividad temporal que Hudson Soft puso en Gamecube cuando la consola más lo necesitaba pues se estaba quedando sin exponentes del género

Nintendo dio algo de apoyo para crear esta nueva entrega que fue una mejora sobre el tercer juego, pero como suficientes cambios para considerarla un spioff, como historia y algunos añadidos en las mecánicas. Un poco más tarde fue Microsoft el que colaboró con Eighting y Hudson para llevar Bloody Roar Extreme a su nueva XBOX. Este también es sólo una leve mejora sobre Primal Fury.

HISTORIA


El mundo ha tenido una tensa relación entre los humanos y los Zoantropos, una raza de humanos que se convierten en bestias con rasgos animales. El reino de lo Zoantropos se creó para dar igualdad y libertad a sus habitantes, con la esperanza de gestar la paz. Para mantener su seguridad y demostrar su poder se organizó un torneo en donde los Zoantropos que quisieran se podrían enfrentar por un premio millonario y la fama de ser el más fuerte.


Detrás de estos torneos hay algunas intensiones oscuras que cada uno de los peleadores revelará en sus historias. Desafortunadamente el juego carece de mucha profundidad en el aspecto de narrativa, pues aparte de unas animaciones muy bien logradas, no logra desarrollar tramas interesantes.

Hudson decidió separar Primal Fury de sus tres primeras entregas, estamos ante un spinoff en donde se comparten los peleadores, técnicas y escenarios de las precuelas, pero no hay relación de este juego con la trama previa. Como detalle interesante, para la versión de Bloody Roar Extreme en XBOX se decidió cambiar la intro de estilo ánime por secuencias en CGI.

JUGABILIDAD


Bloody Roar es una serie de juegos de peleas en 3D en donde nuestros personajes tienen una barra especial que les permite convertirse en versiones antropomórficas de animales, aumentando su poder, técnicas y curando su salud lentamente. Esto por un tiempo limitado.


Cuando los peleadores son humanos tendremos un botón para patadas, otro para puñetazos y uno más para convertirnos en bestia. La defensa se puede hacer presionando hacia atrás o con un botón especial y podemos dar un paso al costado para rotar el plano de combate. Cuando nos transformamos en bestia el botón de transformación nos permite hacer movimientos especiales, ampliando el repertorio de técnicas. Además, como novedad en Primal Fury, tendremos acceso a una opción especial de sacrificar la barra de transformación y perder algo de vida paulatinamente a cambio de mayor velocidad, fuerza y resistencia.

Tendremos una parrilla de doce peleadores iniciales y cuatro desbloqueables adicionales, con animales emblemáticos como un lobo, león, tigre, topo, conejo o murciélago y otros un poco más extraños como un insecto, camaleón, elefante, un peleador con dos opciones entre pingüino y fénix, una quimera y un bicho indescriptible que se llama unborn. El combate es agresivo y favorece estar presionando al contrario con golpes fuertes y combos cortos. Si bien el poder entre los personajes se siente desbalanceado, su variedad da opciones a los jugadores, que encontrarán algún personaje que se acomode su estilo de juego.


Los modos de juego son los clásicos. Arcade en donde vemos unas cortas escenas al inicio y final de una serie de combates, un modo de tripletas, otro de supervivencia, time attack y multijugador. Los combates por defecto son a dos rounds y se dan sobre una escenario cuadrado con barreras que se pueden romper. Se puede ganar al bajar toda la vida al contrario o sacándolo del ring. 

El contenido del juego se consideró como limitado durante su lanzamiento pues otros juegos de pelea ya incluían opciones más completas para un solo jugador. Aquí aparte del arcade no tendremos mucho más por ver.

GRÁFICOS Y SONIDO


En su momento los modelos tridimensionales de los peleadores fueron muy vistosos y bien recibidos pues eran detallados, de muy buen tamaño y con animaciones bastante fluidas. Las transformaciones dotan de más personalidad a los personajes y les hacen aún más atractivos. El rendimiento del juego fue un punto muy alabado pues supuso una mejora considerable sobre el Bloody Roar III y se mantuvo a 60fps constantes.


Los escenarios son simples y tienen poco detalle, situándonos en un futuro próximo, tenemos parajes como rascacielos, templos, autopistas, dojos o muelles. Afortunadamente los movimientos especiales y las transformaciones agregan muchos efectos visuales como rayos, partículas, chispas y hasta afectan el aspecto del agua. Los poderes más fuertes llegan a oscurecen completamente el escenario, agregando humo, fuego y muchos efectos de transparencias.

La música abusa de riffs de guitarra ochenteros y algo de música que no va muy bien con la época de los eventos. Además se ve opacada por los sonidos de los golpes, rugidos de transformaciones y algunas frases cortas al inicio o final de los rounds.

COMENTARIOS FINALES


Bloody Roar: Primal Fury fue uno de los mejores juegos de peleas de la Gamecube, lo cual no es decir mucho pues ese fue un género que no tuvo tantos representantes en la consola. Su historia, cantidad de personajes y modos de juego se sienten algo cortos, incluso para los estándares de su época, pero afortunadamente los aspectos artísticos y técnicos, así como la jugabilidad, que es una mejora sobre sus precuelas, cumplen para darnos un paquete divertido aunque no sea material para torneos.


Lamentablemente estamos ante una franquicia olvidada por el tiempo y que tras el cierre de operaciones de Hudson Soft quedó en manos de Konami. Esperemos que lancen por lo menos una compilación de los títulos clásicos.


El juez goomba dice… ¡Alquilable!


Bloody Roar: Primal Fury fue desarrollado por 8ing, estudio responsable de toda la franquicia Bloody Roar y juegos como Tatsunoko Vs Capcom o Kuru Kuru Kururin. Originalmente se presentó como una exclusiva para la Gamecube y se lanzó en 2002. 

Hudson Soft, productor y publisher, llamó a este juego Bloody Roar: Extreme en japón haciéndolo coincidir con la versión de XBOX que saldría apenas un año después, en 2003, y que es el mismo juego pero con cambios controvertidos como quitar las excelentes animaciones dibujadas y cambiarlas por escenas en CGI que no han envejecido muy bien.

Desafortunadamente el juego sólo se consigue en sus formatos originales pues el título de XBOX es de los pocos que no es compatible con las nuevas XB series. Las ventas del juego fueron buenas, con lo cual Hudson Soft se animó a un secuela que resultó mediocre y mató la serie.

Valorado con 7/10 Elefantes en la habitación



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