Si les digo Mónica Van Campen no tendrán ni idea de quién hablo, y la verdad es que yo tampoco sabía su nombre hasta hace cinco minutos. Internet, esa base de datos global, le ha puesto nombre de valkiria holandesa a la chica de los sueños adolescentes (y algunos años después) de media España de los últimos ochenta y primeros noventa, cuando cada año se acercaba la Navidad o el día del padre. Así se llamaba la chica del anuncio de Jacqs : Busco a Jacqs... un mito que se cae: Uno se imaginaba una fräulein buenorra estilo mujer-de-Rafael-Van-der-Vaart circulando por ahí en moto buscando a su pichurri Jacqs (¿Jacques?) mientras se bajaba la cremallera, y resulta que leo en internet que es una vikinga de pega y que a pesar de su apellido la chica es de Sabadell.

Será que me hago mayor, pero ahora mi ídolo no es una tía buena tetas-al-viento, sino que es un señor calvo, con gafas y traje oscuro. No, no es Mortadelo, aunque se da un aire. Es Miguel Angel Fernández Ordóñez, a.k.a. MAFO, el Gobernador del Banco de España. Definitivamente he salido perdiendo, al menos estéticamente, con el cambio.

¿Se acuerdan de Manuel Conthe? El ex-presidente de la CNMV cometió el error de cuestionar al Gobierno en el asunto Endesa y de denunciar las maniobras contra el presidente del BBVA dirigidas desde Moncloa de su segundo de a bordo, el gourmet catador de La Tâche Romanée Conti Carlos Arenillas (casualmente marido de la entonces Ministrilla de (mala) Educación). Y eso es anatema: Tuvo que dimitir ante la que se le vino encima, mientras Arenillas se llevó al gaznate una opípara cena para dos personas por 1.429 euros invitado por el responsable de un fondo de inversión (mil cuatrocientos veintinueve euros, no me he olvidado una coma). Garantizando la independencia de la CNMV, por supuesto.

Con la digestión ya hecha, Arenillas sigue ocupando cargos diversos como premio a su fidelidad, procurando, eso sí, que se trate de instituciones en las que pueda irse a cenar a Zalacain por la patilla. Como se suele decir, hay que comer mucho caviar beluga para ganarse los garbanzos. Y en este caso Arenillas se sacrifica, a su pesar, para poder llevar un plato de lentejas a su mesa: Qué vida más perra y arrastrada y qué vocación de servicio ejemplar. Yo no me cambiaba por él.

Pero me he desviado del tema: Busco a MAFO, y le busco porque MAFO es el único que le canta las verdades a Zetapé. Bueno, también se las canta Joaquín Almunia, el Comisario de Economía de la UE y miembro del PSOE. Claro que ni uno ni otro tienen que temer por sus puestos, lo que sin duda ayuda a la hora de decir lo que se piensa y lo que hay que hacer sin miedo a terminar en la cola del INEM: MAFO tiene el puesto garantizado hasta julio de 2012. Todos podemos tener una ideología determinada y ocupar un puesto público, pero el problema está en hacer o no de palmero del Gobierno desde una institución pretendidamente independiente. Eso hacen algunos como Conde Pumpido (Fiscal General del Estado) o el inefable y viajero Baltasar Garzón.

Analicemos el concepto de Institución Independiente: la clave está en la INDEPENDENCIA, precisamente. MAFO entró en política con Solchaga, Solbes o Boyer: Ningún problema porque todos tenemos un punto de partida, y si MAFO vota al PSOE o al PP, a la Liga Comunista Maoísta o a Falange Española y de las JONS, es su problema. El mío, y el de todos los demás, es que su actuación profesional como responsable de una institución como el Banco de España se ciña a criterios ortodoxos, técnicos y de equilibrio. Y de independencia, faltaría más.

El BdE ya no fija la política monetaria española, tarea que hoy corresponde para todo Eurolandia al apocado y melifluo Jean Claude Trichet desde Frankfurt. Sin embargo, lejos de haber quedado como un tyranosaurus rex sin contenido y al borde de la extinción, su papel actual es el de poner el contrapunto a la política económica del Gobierno de turno. Y nadie mejor que un señor que tiene clara la ortodoxia económica para intentar frenar a una banda de gañanes como Salgado, Sebastián y sobre todo el propio Zetapé, que a diferencia de MAFO aprendió economía en sólo dos tardes con Jordi Sevilla.

MAFO sufre, pero a tenor de lo publicado en Actualidad Económica (nº2654), disfruta polemizando. Y eso es bueno, porque esa es su función principal: Si el Gobierno no tiene ni idea de por dónde sopla el viento y está hipotecando a las próximas generaciones de españoles, su deber es decir que se está metiendo la pata hasta el fondo.

Pero cuando el concepto de institución I-N-D-E-P-E-N-D-I-E-N-T-E para el Gobierno (lo deletreo por si alguno no ha visto nunca esta palabra referida a una institución pública en España) es un señor que aplaude con las orejas cualquier ocurrencia, agradecido a quien le hace la merced de nombrarlo y mantenerlo, pues salen los dogos a ladrar cuando les cantan las verdades: Salgado, Corbacho (posiblemente el ministro más inútil e incapaz actualmente), Sebastián, de la Vega, Pepiño, los sindicatos-mascota... todos claman porque MAFO calle y por tanto otorgue. Pero no: MAFO es mucho MAFO.

Para el Gobierno, todo el mundo, menos ellos, se equivoca. No importa que hablemos de la Comisión Europea, del FMI, de la OCDE o del propio BdE. El Gobierno insiste en que el PIB del 2009 "sólo" caerá un 1,6%, aunque los datos (sin duda a sueldo de la oposición) insistan en decir que ya llevamos el 2,9% de descenso interanual. Y claro, manda callar a toda voz discrepante e independiente.

El mendaz Zetapé habla de que las apocalípticas y unánimes previsiones sobre los sistemas de pensiones están acojonando a pobres ancianos que cobran magras pagas mensuales. Otra mentira: Mi padre cobrará su pensión sin ningún problema: el acojonado soy yo, que a mis 43 añitos no tengo claro que yo llegue a ver un euro cuando llegue mi momento.

Hoy mismo, Joaquín Almunia ha vuelto a hablar del necesario incremento de la edad de jubilación, de la chirriante rigidez del mercado laboral, de la in-competitividad de nuestra economía... Pueden creerme si digo que no me hace puta gracia no jubilarme a mis todavía muy lejanos 65 años. Pero menos gracia me hará no cobrar la pensión para la que pago porque no habrá ya gente suficiente cotizando en ese momento: Las verdades pueden ser duras, pero no por ello dejan de ser verdades. Es lo mismo que lleva meses diciendo MAFO: Dos socialistas que no se ríen de los chistes malos de Zetapé. Ojalá hubiera unos cuantos más sin miedo a terminar de alta en el INEM.