Europa no se renueva. Las pensiones de los mayores se salvarán mientras más inmigrantes crucen nuestras fronteras para equilibrar una piramide poblacional que se cae a cachos. En el conjunto de la UE 28 los jóvenes de 0 a 14 años suponen el 15% y los mayores de 65 el 18%. Está todo dicho. Desde el otro lado del Atlántico siempre vieron al viejo continente así, viejo y gobernado por viejos. España ha sido la excepción. Tras la muerte de Franco a la edad de 83, Adolfo Suárez alcanzó la presidencia del gobierno con 44 años, Felipe González con 40, José María Aznar con 43... y entonces llegó Mariano Rajoy con 56 tacos a igualarnos, al menos en eso, con una Europa dominada por Hollande (58), Merkel (51) y Monti (68). España se apuntaba a la gerontocracia. Llegados a este punto todo parece indicar que volvemos a los orígenes. Pedro Sánchez podría ser presidente con 43 años, Pablo Iglesias tiene 36, Albert Rivera 35, Alberto Garzón 29 mientras que los dos posibles líderes de UPyD apenas sobrepasan los cuarenta, Irene Lozano suma 44 veranos y Andrés Herzog ha soplado 41 velas. En España los políticos de menos de cuarenta años han estado tradicionalmente condenados a las concejalías de juventud, fiestas y verbenas o a minsiterios de chichinabo como el que ocupó Bibiana Aído a la edad de 31 años. Ahora los treintañeros aspiran a la presidencia del gobierno. Ahí es nada. Ahí está Inés Arrimadas con 34 años a punto de convertirse en la líder del bloque constitucionalista en el Parlament de Cataluña por encima de PP y PSC. O Natalia Prieto, que con 28 años se puso a UPyD sobre los hombros para pelear en las complicadas elecciones baleares. Esto en España, pero ¿que está pasando en la Europa envejecida de Merkel y Hollande? Esta es solo una muestra representativa de los nuevos políticos under 40 que están llamados a liderar el viejo continente.
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Sebastian Kurz - Austria. Asumió la cartera de Ministro de Exteriores con 27 años y sin haber terminado la carrera de Derecho. Su nombramiento vino a confirmar, según la prensa internacional, el poco peso internacional de la diplomacia austriaca pero el hecho es que este veinteañero arrasó en las elecciones cosechando más de 35.000 votos directos y se convirtió en el segundo ministro en el que más confían los austriacos.
Sophie Løhde - Dinamarca. Arrancó su carrera política en 2001 al convertirse en la concejal más joven de la historia de Frederiksborg con tan solo 18 años. Con 22 años saltó a la política regional y con 24 años logró un escaño en el parlamento danés. Con 32 años es desde junio Ministra de Sanidad del país más feliz del mundo.
Gabriel Wikström - Suecia. Este reino escandinavo también tuvo un Ministro de Sanidad pipiolo. Ocupó su despacho en 2014 con 29 años y se convirtió en toda una celebridad en la red cuando alguien desde Turquía tuiteó sobre su belleza convirtiéndole en uno de los políticos europeos más seguidos. Como agradecimiento publicó un saludo en turco que no hizo más que multiplicar su popularidad. Sobre su vida privada no se atrevió a hablar, pero sí contó que tenía un hijo. ‘No vengas a Turquía o las chicas te comerán vivo’ fue una recomendación que le hicieron en la red.
Karsten Lauritzen – Dinamarca. Es desde junio Ministro de Hacienda, cargo que ocupa con tan solo 31 años. Habiendo sido presidente de las juventudes liberales, fue elegido miembro del consejo de Jutlandia Septentrional con 24 años. Se hizo célebre al declarar que más de la mitad de los miembros de las Naciones Unidas son ‘países profundamente antidemocráticos’ y en 2011 fue reelegido.
Alexander De Croo – Bélgica. Fue nombrado Ministro en 2012 a la edad de 37. Liberal flamenco, economista y hombre de negocios es el actual Vicepresidente del Gobierno y responsable de Cooperación Internacional. Pertenece a una de esas dinastías de políticos al estilo de los Kennedy pero más a la europea. Su padre, Herman de Croo, ocupó varias carteras ministeriales desde la década de los sesenta y ostenta el título honorario de Ministro de Estado. Alexander parece seguir su estela ya que desde 2012 ha ocupado dos carteras en el ejecutivo belga.
Manuela Schwesig – Alemania. Con 34 años fue nombrada Ministra de Sanidad en el estado de Mecklenburg-Vorpommern. Parece que también en Europa es tendencia que de haber un treintañero en el gobierno, tiene que ir a parar a Sanidad. Ya en 2013, bajo el gobierno de la gran coalición y con 39 años fue ascendida a Ministra de Familia, Ancianos, Mujeres y Jóvenes (¿?). Desde el cargo ha impulsado leyes para garantizar la paridad en los consejos de administración de las empresas alemanas así como la igualdad de salarios entre hombres y mujeres.
