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Escribe: César Vásquez Bazán
Don Luis Nava Guibert, secretario del presidente, con la mano en la boca, piensa sobre su próximo negocio mientras descansa plácidamente en la ratonera en que ha convertido a Palacio de Gobierno su jefe García Pérez.
Escribe: César Vásquez Bazán
Don Luis Nava Guibert, secretario del presidente, con la mano en la boca, piensa sobre su próximo negocio mientras descansa plácidamente en la ratonera en que ha convertido a Palacio de Gobierno su jefe García Pérez.
Fue exactamente hace un año [2007] que este humilde y cachaciento bloggero solicitó en forma pública a la ex-zarina anticorrupción, la recordada dama de altas cualidades Carolina Lizárraga, que investigara por corrupción al premier Jorge del Castillo y al abogado Luis Nava, cómplices de las operaciones del roedor Alan García Pérez. Incluí en el pedido a los hijos de este par de pendencieros, sujetos que responden a los nombres de José Antonio Nava Mendiola y Miguel del Castillo Reyes.
La prensa de alquiler de Lima se hizo de los oídos sordos. La solicitud sólo fue recogida por el proletario diario La Primera en su edición del 4 de noviembre del año 2007. Año 2007, mis estimados. No hay error, año 2007. Todavía puede usted leer el artículo online en el sitio web de La Primera.
Días antes de pedir se investigara a Nava, el martes 30 de octubre de 2007, habíamos escrito en este premonitorio blog el artículo titulado José Antonio Nava Mendiola, hijo del secretario de AGP, es uno de los principales dealers del régimen de la coima responsable.
En ese tiempo, mis estimados, ni la chata Rosa María, ni la chata Chichi trataban el tema de la corrupción de los peces gordos del régimen. Más bien las muy granujas defendían a sus principales cabecillas, comenzando por García y Del Castillo. Inclusive, recuerdo a la chata Rosa María promoviendo en su programa de prensa de alquiler a la calabacita Luciana León Romero, a quien quería presentar como ejemplo de congresista joven.
Finalmente, esta semana, el corrupto cuy colorado Luis Nava Guibert será uno de los focos de atención de la investigación por inmoralidad que carcome el edificio alanista. Algo tarde, un año después, mis estimados, pero algo es algo.
© César Vásquez Bazán, 2008
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Noviembre 9, 2008
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