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Un nuevo y maloliente faenón involucra al delincuente alanista Jorge del Castillo Gálvez. Se trata, otra vez, de un soborno inmobiliario recibido por el "Tío George" y entregado por el propietario de "Petrolera Monterrico", Julio Vera Gutiérrez.
La información que sepulta al caradura cómplice de Rómulo León Alegría fue entregada por el propio Alan García Pérez. El bipolar se encuentra postrado en Palacio con diarrea incontenible por la negativa evolución que tiene para él el caso de los "Petroaudios". Está tan asustado por las confesiones de la señora Giannotti, "analista" de la empresa de chuponeo "Business Track" (BTR), que decidió filtrar la información del negociado del departamento de "El Golf" con el cual fue sobornado el "Tío George".
La lógica de García es sencilla: "Los leones de la opinión pública tienen hambre. Quieren comer carne. Si les entregó a Del Castillo, los leones procederán a ingerírselo y se calmarán."
Mál cálculo el del felón de Palacio. En su desesperación, no se da cuenta que los leones luego de procesar al "Tío George" seguirán con hambre. En ese momento, el propio García Pérez (y probablemente todo su gobierno) serán devorados por ser el mayor foco de corrupción en el país.
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