“En el Perú no ha habido, ni hay, ni habrá ningún escuadrón de la muerte que mate asesinos o que extermine criminales”, aseveró.

Resaltó que para el gobierno es inaceptable que puedan existir este tipo de grupos, y aseguró que el Estado salvaguarda el derecho de todos los peruanos, inclusive de delincuentes por más graves que sean sus delitos.

“No habrá ningún escuadrón de la muerte ni se violará el derecho de ningún delincuente”, dijo en conferencia de prensa, luego de sostener una reunión de trabajo con el ministro de Educación, José Antonio Chang.

“Asesinos y criminales son seres humanos también, y aunque destruyan la vida de otros seres humanos, no podemos reaccionar de la misma manera, por consiguiente, se actuará siempre con sujeción a la ley, y serán los jueces los que sancionen”, anotó.

El mandatario comentó haber solicitado “información cabal” de los casos denunciados en la ciudad de Trujillo.

“Ninguna sociedad puede tomar por sus propias manos la sanción física de los delincuentes sino hay un juicio previo (…) Hasta donde conozco, no existe tal escuadrón ni existen personas que asuman esa horrible responsabilidad”, mencionó.

“Rechazamos los escuadrones de la muerte”, enfatizó, al tiempo de recalcar que el gobierno siempre respaldará que la policía actúe con energía y celeridad para enfrentar a la delincuencia.

En ese sentido, recordó que está vigente la ley que permite a los efectivos del orden utilizar sus armas de reglamento para responder a un ataque delincuencial.

Señaló que atrás quedó el tiempo en que los policías eran “víctimas o aparatos de tiro al blanco” para que los delincuentes pudieran victimarlos.

“El país pide orden y sanción, no salvajismo, no barbarie, no escuadrones de la muerte, pero si severidad. La delincuencia tiene que saber que con la severidad que la ley da, la Policía responde con energía”, añadió.

García Pérez subrayó, además, que si alguien duda puede acudir al Ministerio Público y al Poder Judicial independiente, así como al periodismo, para formular su denuncia.

“El país no tolera ni soporta que no se repela con energía a esta gente que quiere tomar al país por la fuerza de sus armas”, agregó.

De otro lado, el presidente de la República consideró que hubo una “exageración” en torno al caso de los llamados “Pishtacos”, y rechazó que sea “una cortina de humo” presuntamente impulsada por el gobierno.

Dijo que resulta absurdo pensar en esa posibilidad, más aun cuando el objetivo del gobierno es que el Perú sea un país que concite la atención y admiración mundial, y una versión de este tipo, “boicotea y afecta la imagen” del país, ya que nos presentaría como “país de bárbaros”.

Barras bravas

Más adelante, insistió con su propuesta para que la policía utilice armas no letales para controlar la violencia que puedan desatar las llamadas “barras bravas”.

En ese sentido, estimó pertinente el uso de perdigones como elemento disuasivos así como de agua con color, para identificar a las personas que han participado en revueltas.

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