Sofia Scasserra Sin lugar a dudas el mundo está convulsionado. O ya a esta altura es una locura pensar que está, sino más bien vive en un estado permanente de cambio y convulsión producto de la aceleración de la economía y el desarrollo tecnológico. Lo cierto es que, desde el siglo pasado, la historia experimentó cambios constantes que llevaron el devenir al escenario de hoy día: un