Se veía venir, es de manual. El Gobierno destapó la espita de la violencia, actuando de forma desaforada la noche anterior contra unos manifestantes pacíficos, con la excusa de que había algunos elementos que identificaron como ultras. Su obligación hubiera sido detenerlos e identificarlos para disipar dudas. No lo hicieron y los utilizaron de escusa.Anoche se veía claramente a esos reventadores