Otro viaje a Resistencia más. Se me sienta al lado un Mudo. Sube este Otro mudo a vender estampitas y se ponen a conversar meta señas y meta risas. Nunca me sentí más aislado en mi vida. El mudo que está al lado me conoce de la municipalidad y ahora me está contando que parece que el otro es fiestero. Yo no puedo evitar no hablar y empiezo a los manotazos también. De golpe se empieza a cagar de risa y yo creo haber confesado una verdad terrible sin saber. Estamos todos sentados en el último asiento del colectivo. Somos el banco de suplentes de Boca Junior cuando lo mojan a Benedetto, por cómo estamos a los manotazos. Luego de unos kilómetros en silencio mi compañero de viaje saca un celular y comienza con una “video llamada”. No fue mucha sorpresa, pero del otro lado también lo atendió Otro Mudo y se comunicaban con señas. Maravilloso. Yo aislado y en silencio solo pude hacerme una pregunta: ¿Cuándo empezó esto que ahora va a terminar con mi asesinato?