Recientemente la polémica se ha tornado sobre el Congreso de los Diputados en España, la Cámara Baja de las Cortes Generales, la representación política del pueblo español. Los medios se han hecho eco del concurso público por el cual se plantea la sustitución de los dispositivos móviles de sus señorías, el «vetusto» Iphone 8.

Analizando con detenimiento el contrato público, se observa que el pliego de condiciones está amañado para que sólo pueda ganar el iPhone 13 Pro. De este modo, sus señorías van a poder aprovechar al máximo el Modo Cine de su famosa triple cámara para compartir en Redes Sociales las películas que se montan.

En un contexto de inflación descontrolada, el precio del combustible por las nubes, y la electricidad casi como un bien de lujo, el Congreso de los Diputados considera que es buen momento para cambiar su iPhone 8 por un iPhone 13 Pro, porque entendemos que los tristes 55.803,86 euros brutos que componen el salario más bajo, según términos estadísticos y en cómputo global de ingresos, no son suficientes para que se compren sus propios teléfonos.

Lo grave del asunto es que como ha explicado con detenimiento el compañero Javier Lacort, y tras las averiguaciones de Voz Populi, el pliego de requisitos para la adquisición de 550 terminales por valor de 1,2 millones de euros (2.180€ por dispositivo, para que así no tengas que hacer tú la cuenta), contiene única y exclusivamente las características del iPhone 13 Pro.

En el pliego de condiciones que se puede consultar en la web de contrataciones del estado, encontramos requisitos tan curiosos como compatibilidad con el formato HEIF, propietario de Apple e incompatible en otras plataformas, así como un panel Supe»r» Retina XDR, que no es otra cosa que un nombre comercial para un panel OLED.

La posibilidad de realizar llamadas FaceTime, el sistema operativo iOS o el procesador A15 Bionic son otros requisitos que evidencian la desfachatez de la clase política en España.