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La dulce escasez de los cubanos

Debido a su altos Precios, los dulces son casi inalcanzables para la población

Por Jorge Luis Gonzalez

LA HABANA, Cuba. — El paladar de los cubanos es propenso a consumir alimentos con bastante azúcar. Los dulces de repostería elaborados con harina y cremas son muy gustados como meriendas y postres, aunque, debido a sus altísimos precios, Estos resultan inalcanzables para un gran sector de la población.

Deseé por estos días comer algún dulce y fui hacia las dulcerías particulares más cercanas a mi casa para comprar algo de mi agrado, ya que los productos que antes se vendían en las panaderías estatales ya no existen.

Dentro de mi preferencia están los pasteles de hojaldre, que hace unos años valían entre un y tres Pesos cubanos. Hoy, más pequeños, cuestan 50 pesos, y los lacitos, que valían un peso, cuestan 30. El llamado pastel oriental tiene precios similares.

Tuve la curiosidad de anotar el costo de cada uno de los productos que aparecían en tablilla en estos establecimientos. Las Señoritas, que antes se ofertaban por 10 pesos, ahora valen 80; las leonesas, marquesitas y donas, 60 pesos; los eclairs y el merlitón, 50; las rosquitas, 45, y los simples panques, 35.

Hay otros que cuestan más, como las genovesas, que valen 100, y los lanceros, 120; los chocolates, como un minibombón, 80, y una tableta 40. El tradicional cake para cumpleaños u otras festividades está entre los 1.500 y 1.700 pesos, pero un cake bombón puede costar hasta 2.700 pesos.

Estos importes se resumen a establecimientos de menor categoría. En aquellos con locales con aire acondicionado y mejor presencia suben más los precios. Por ejemplo, la dulcería Choco-Alexo, ubicada en Ayestarán entre Domínguez y San Pablo, en El Cerro, ofrece el dulce con valor más económico por 80 pesos. Además, ofertan servicio de solicitudes por teléfono y entrega a domicilio con pago extra por el mismo, por tanto, si opta por ello, la cuenta no será menor a los 500 pesos.

Es bastante común ver hoy por las calles a vendedores ambulantes con bocinas eléctricas en sus carritos, que pregonan algunas de estas mercancías. Entre ellas están las gaceñigas a 160 pesos; tabletas de maní azucaradas, según su tamaño, de 60 a 160; cremitas de leche a 50, y el pie de frutas, donde una cuña cuesta 60 pesos, y entera 240 pesos.

Aún existen algunos reposteros particulares, con o sin licencia, que fabrican cakes y dulces a precios similares, pues los tres elementos básicos para elaborar estos alimentos son la harina, a 550 pesos o más el kilogramo; 30 huevos, entre 2.500 y 3.000 pesos, y la azúcar no baja de 400 pesos la libra. Todos estos productos se consiguen en las tiendas mipymes o por la izquierda.

Existen también dulcerías que comercializan dulces finos, pero en divisa. Estos sitios están ubicados por lo general en zonas turísticas con precios fuera del alcance de la mayoría de la población, por tanto es mejor ni averiguar a cuánto se venden.

Recuerdo que en aún en los años setenta del siglo anterior en las escuelas primarias se daba como merienda algún dulce y un refresco. La mayoría de las veces daban masa real, que el pueblo llama matahambre, y las famosas torticas de forma gratuita. Ahora no se obsequian y vale la pena cuestionar que harán los padres hoy para que sus hijos tengan merienda.

Los precios de venta al público de estos dulces, tan comunes en el ayer, están alrededor de los 50 pesos promedio. Si tenemos en cuenta que antes del reordenamiento económico costaban un peso, ahora valen cincuenta veces más.

Los dulces en almíbar y las mermeladas, enlatados o elaborados en la casa, que servían para el tradicional postre, son algo del pasado. Los más comunes eran los casquitos de guayaba y el coco rallado, con su correspondiente queso amarillo. Ahora para adquirirlos en conserva hay que ir a tiendas en MLC o mipymes. En casa es imposible hacerlos, porque el azúcar escasea: no llega ni la cuota completa por la libreta de abastecimiento.

Un asunto que no tiene explicación es cómo los particulares cuentan con los productos para hacer los dulces y el Estado no. ¿De dónde sacan los productos para elaborarlos? Elemental: los importan del exterior, o los consiguen de contrabando debido al robo y corrupción que hay en los almacenes estatales en la actualidad.

Origen: Cubanet



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