Casi siempre que leo sobre las abejas melíferas aprendo algo nuevo, y hoy no ha sido una excepción. Apenas empecé a leer, me encontré con la siguiente información sobre la preparación de los enjambres.

Todos hemos oído que la abeja Reina «adelgaza» antes de enjambrar para ser lo bastante ligera para volar. También hemos oído que las obreras le retiran la comida para facilitar esta pérdida de Peso, y que su producción de huevos disminuye y su abdomen se encoge. Hasta aquí, todo bien.

Pero, en los días previos al enjambre las obreras empiezan a tratar a su pobre reina de forma agresiva. La sacuden, la empujan y la muerden, acciones que la obligan a seguir moviéndose por la superficie del panal. Todo este caminar, combinado con la menor disponibilidad de alimentos, hace que pierda hasta el 25 por ciento de su peso corporal cuando la colonia está lista para enjambrar.

Las obreras agarran a la reina con sus patas delanteras y le dán entre 10 y 20 sacudidas. Al parecer, después de soltarla, otra obrera la coge y hace lo mismo, y el proceso se repite aproximadamente cada 10 segundos hasta que pierde la cantidad de peso necesaria.

He oído hablar de planes de dieta rigurosos, pero esto lo supera todo. No tenía ni idea de que las queridas hijas torturarían a la querida mamá para quitarle peso con un enfoque tan enérgico y dirigido. Pensaba que no alimentarla ya era bastante malo.

La ironía final, tal y como se describe, es que mientras las hijas la machacan, se atiborran de miel para que el enjambre tenga un amplio suministro de energía para empezar en su nuevo hogar. Así, mientras mamá pierde el 25% de su peso corporal, las niñas de la familia aumentan el suyo en un 50%. A mí me suena a abuso de ancianos.