Una de las dolencias más comunes entre la población es el dolor de espalda. Para algunos se convierte en un verdadero suplicio, algo que les acompaña durante toda la vida y a veces incluso les imposibilita realizar cierto tipo de trabajos. Para la mayoría, por suerte, suele ser algo puntual, pero el dolor llega a ser tan intenso y molesto que nos trastoca por completo.

Es una consecuencia clara de las malas posturas que cada vez estamos acostumbrados a utilizar cuando trabajamos, cuando vemos la televisión o incluso cuando dormimos. Por ello, lo primero para aliviar este tipo de problemas de espalda es prevenirlos con buenas posturas a la hora de sentarse, lo que hará que no sintamos tantas molestias. Si ya las estás sufriendo, hay varios ejercicios que pueden ayudarte a combatirlas de forma adecuada.

Es evidente que si el problema persiste y te molesta demasiado, lo primero que debes hacer es acudir a un médico, pero aparte, puedes llevar a cabo ciertos ejercicios muy sencillos que devolverán el bienestar a esa parte de tu cuerpo. Tumbarse y contraer uno de los pies llevando la rodilla hasta el pecho es uno de los estiramientos más habituales, que también se puede realizar con ambos pies a la vez.

Tumbarnos e ir girando la cadera hasta tocar con las rodillas flexionadas el suelo sin mover el tronco, o también sentarnos sobre un taburete, con la espalda totalmente recta, y juntar los hombros durante unos segundos en la espalda, nos ayudarán igualmente a aliviar el dolor que sintamos en esa zona, permitiéndonos seguir con nuestra vida normal. Estos ejercicios pueden ser muy beneficiosos incluso si no sufrimos dolencias de espalda, porque nos ayudan a mantenerla sana y en condiciones.