Aunque hemos tenido un inicio de verano bastante tranquilo en cuanto a temperaturas se refiere, el calor ya está empezando a hacer mella en nosotros, y con los termómetros llegando a los cuarenta grados en muchos sitios, necesitamos alternativas para refrescarnos todo el tiempo posible. La comida es una de ellas, sobre todo los postres, que pueden ser nutritivos, sabrosos y especialmente refrescantes, si sabemos elegirlos.

La fruta es el postre estrella siempre, pero en verano todavía más. Disfrutar de un buen trozo de sandía o melón guardados en la nevera, para que se pongan frescos, es una auténtica delicia. Los pomelos pueden ser también una buena alternativa para el verano, por su refrescante sabor y por lo nutritivos que son.

El gazpacho, una sopa fría a base de tomate, pimiento, ajo y pan, también suele ser una refrescante alternativa como postre durante el verano. Los zumos de fruta con mucho hielo picado, e incluso los helados que nosotros mismos podemos hacer en casa, cien por cien naturales, redondean un montón de posibilidades para disfrutar de un postre refrescante a la par que sano y nutritivo.