Get Even More Visitors To Your Blog, Upgrade To A Business Listing >>

Philip Seymour Hoffman



En Fairport, conocido suburbio neoyorquino, nació Philip Seymour Hoffman, el 23 de julio de 1967. Hijo de Gordon, ejecutivo de una gran empresa, de religión protestante, y de Marilyn, juez de primera instancia, católica, Philip tenía dos hermanos, Emily y Gordy, guionista de Con amor, Liza, que el actor protagonizó en 2002. Cuando tenía nueve años, sus padres se divorciaron, quedándose Philip al cuidado de su madre, que incentivó su vocación artística. Aunque en el grupo de teatro del colegio ya intervenía en montajes de obras como 'Largo viaje hacia la noche', realmente aspiraba a convertirse en estrella de 'wrestling', la lucha libre americana, tan amañada que tiene mucho que ver con el teatro. Un accidente dio al traste con esta curiosa vocación, por lo que decidió estudiar interpretación "para impresionar a las chicas". Recibió una beca para la Escuela de Arte de Tisch, de la Universidad de Nueva York.

Locuras de juventud le hicieron caer en el alcoholismo y las drogas, por lo que al licenciarse tuvo que ingresar en una clínica de desintoxicación. "Tenía 22 años y me daba miedo la vida", explica el actor, que desde entonces ni siquiera prueba el alcohol. Cuando se recuperó, Hoffman tuvo que ganarse las lentejas trabajando como camarero –según sus declaraciones el oficio que más odia–, al tiempo que se presentaba a los más diversos castings. Debutó interpretando a un abogado defensor en la célebre serie Ley y orden. A partir de ese momento, alternó sus interpretaciones en el teatro en el off-Broadway neoyorquino, con trabajos pequeños en el cine, pero siempre impecables. Tras hacer de compañero de colegio de Chris O´Donnell, al que acusaba de una travesura que no había cometido en Esencia de mujer, encarnó a un atracador tiroteado en La huida, y a un policía bobalicón en Ni un pelo de tonto.

Uno de los momentos cruciales en la carrera de Philip Seymour Hoffman fue su encuentro con el director Paul Thomas Anderson, que le dio un breve papel de adicto al juego en Sydney, su opera prima. Quedó tan satisfecho con su trabajo, que volvió a recurrir a el para un papel más extenso en Boogie Nights. Su destacable trabajo como técnico de sonido enamorado, llamó la atención de los hermanos Coen, que le transformaron en matón en El gran Lebowski, y de Todd Solondz, que le convirtió en el sórdido tipejo obsesionado con el sexo que hacía llamadas obscenas a su vecina. Tan convincente resultaba Hoffman en esta última interpretación, que producía auténtica repulsión. Mientras tanto, se labraba una sólida reputación en los escenarios dirigiendo obras como 'In Arabia We'd All Be Kings'. Mientras preparaba el montaje, se enamoró de la diseñadora del vestuario, Mimi O'Donnell, que actualmente espera el segundo hijo de la pareja. Paul Thomas Anderson parece incapaz de rodar una película sin Hoffman, pues hasta ahora le ha incluido en sus cuatro filmes, incluso en el desconcertante Embriagado de amor. Su mejor colaboración sigue siendo Magnolia, donde Hoffman compuso a un enfermero que trataba de reunir a un moribundo con su hijo. No hay papel pequeño para él. "Nunca mido mis papeles por la cantidad de minutos, sino por su complicación psicológica", ha explicado. Así lo demuestran sus trabajos en Patch Adams, Nadie es perfecto, El dragón rojo, La última noche, Cold Mountain y el ácido retrato del mundo del cine State and Main, de David Mamet, donde era un guionista con principios, rodeado de impresentables. Y es que parece un trabajador incansable, incapaz de decir que no cuando le ofrecen personajes curiosos. "Estar parado no es bueno para un actor. No importa lo famoso que seas. Siempre recuerdo lo mal que me sentía cuando iba a al oficina de empleo, y lo terrible que resultaba que me despidieran en todos esos restaurantes", explica Hoffman. La Academia ha hilado fino al otorgarle el Oscar al mejor actor precisamente por Truman Capote, donde imita al milímetro la forma de hablar y los gestos del excéntrico escritor. "Cada día tenía que entrenarme, durante seis meses, como un atleta", ha dicho. Convertido en uno de los actores de moda por este trabajo, Hoffman no se ha echado a dormir, sino que inmediatamente hizo un memorable papel de villano, en Misión imposible III. En estos momentos está filmando Before the Devils Knows You're Dead, thriller del veterano Sidney Lumet, al que seguirá Charlie Wilson's War, el nuevo trabajo de Mike Nichols.

decine21



This post first appeared on Korova-Milk-Bar, please read the originial post: here

Share the post

Philip Seymour Hoffman

×

Subscribe to Korova-milk-bar

Get updates delivered right to your inbox!

Thank you for your subscription

×