Cada vez que me acuerdo de este plato se me hace la boca agua!! Pero que bueno que me quedó!!
Me encanta la carne en salsa, pero en especial me gustan las carnes estofadas con vino tinto. Ese sabor que deja el vino en los platos me apasiona, a pesar de que el vino para beber no me gusta. Una que es así de rara...
Esta receta se podría hacer perfectamente con unas carrilleras, que es como lo haré yo la próxima vez, pero tenía en casa este solomillito y como no queríamos comerlo a la plancha ni envuelto en hojaldre se me ocurrió prepararlo así, y fue todo un acierto! La carne quedó de lo más jugosa y para nada seca como yo esperaba.
Ah! Eso si! Si la haceis preparad una barra de pan para mojar en la salsita porque está de muerte!
2 puerros
3 dientes de ajo
1/2 pimiento rojo
1 pimiento verde (pequeño)
-Preparación:
Ponemos a rehogar el ajo, los puerros, las zanahorias y el pimiento a fuego lento hasta que estén un poco pochaditos.
A continuación añadimos un vaso y medio de vino tinto y lo ponemos a fuego medio. (cuánto mejor sea el vino más rica saldrá la salsa)
echamos un puñadito de sal y una cucharadita de bovril, en su defecto, podemos echar una pastilla de caldo de carne.
Cortamos el solomillo en medallones los enharinamos y los freimos en una sartén con un poquito de aceite.
Cuando ya tenemos el solomillo listo lo añadimos a la cazuela donde tenemos las verduritas con el vino.
Lo dejamos cocer media hora a temperatura media y le ponemos una tapa un poco abierta encima para que no evapore tan rápido.