Yo no te pido la luna. Mucho menos que me entiendas. Abrir la puerta y pasar para el otro lado. La percepción te espera.
-¿Qué es lo que te pasa?
- Nada, estoy mucho mejor de lo que podés llegar a imaginar.
- ¿Y entonces qué?
- Yo cambie demasiado, empezá a conocerme otra vez.
(Del otro lado, es de este lado.)