Hoy celebramos el Día Mundial de la Pizza y no se nos ocurre mejor forma de hacerlo preparar una deliciosa pizza marinera en casa. Con bonito del norte, con anchoas de Cantábrico, con sardinillas… ¿Cómo os gusta más?

La pizza es uno de esos platos que siempre triunfa. Si dejamos de lado los debates relacionados con la piña, la pizza gusta a todo el mundo, tanto a grandes como a pequeños. Y si encima tiene el toque marinero que aportan las conservas de pescado, a nosotros ya nos vuelve locos. Por eso os proponemos un planazo para celebrar su día: ponernos «manos a la masa» y compartir una deliciosa pizza.

¿Cómo preparar la pizza perfecta?

Si tuviésemos que resumir en una sola frase la pizza perfecta, sería: «pocos ingredientes pero de buena calidad«. Pero os vamos a dar algunos detalles más.

El primer punto a tener en cuenta es que no hay nada como una masa casera. Sabemos que vivimos con poco tiempo, y que es muy cómodo echar mano de las masas preparadas, pero merece la pena perder el miedo y preparar la masa en casa. Es más sencillo de lo que parece y el resultado es espectacular.

Puedes empezar con la receta de pizza casera de bonito del norte y piquillos de Sara, que explica cómo hacer la masa paso a paso.

Si aún así no te animas, también se pueden comprar bolas de masa que solo hay que estirar con el rodillo; las encontrarás tanto en el súper como en algunas panaderías artesanas. Por ejemplo, Lucía prepara una deliciosa pizza de sardinillas en lata con una de estas bolas.

Otro aspecto clave es la temperatura del horno. Lo ideal sería usar un horno de leña, pero ¿quién tiene uno en casa?

Nos tendremos que conformar con las temperaturas que permita nuestro horno (el tiempo variará de un horno a otro), pero hay algunos trucos que nos ayudarán a conseguir una pizza más crujiente, como hornear la pizza en la bandeja inferior y subirla en los últimos minutos.

También podemos usar una piedra especial para el horno (si preparas pizzas a menudo, merecer la pena la inversión) o prehornear la masa vacía un par de minutos antes de añadir los ingredientes y meterla de nuevo al horno.

Puedes ver un ejemplo de masa prehorneada en la receta de pizza casera de espelta con anchoas de Gabriela.

Tras de la masa y el horneado, el tomate (a no ser que hagamos pizza blanca) y el queso son otros dos aspectos esenciales para preparar una buena pizza. Si es posible, es preferible usar tomate casero (cuanto más espeso mejor) y mozzarella fresca.

Ingredientes para pizza

Ya tenemos las claves de la masa, el tomate y el queso. ¿Y el resto de ingredientes? Aquí el principal consejo es primar calidad frente a cantidad. No es recomendable llenar demasiado la pizza, porque dificultaría el horneado.

Además, podemos pasar algunos ingredientes (cebolla, champiñones…) por la sartén antes de ponerlos en la pizza. Por el contrario, hay ingredientes que es mejor poner después de haber horneado la pizza; un claro ejemplo son las conservas de pescado, que de esta forma mantienen toda su jugosidad y sabor.

Aquí os dejamos un par de ejemplos:

Pizza ratatouille con sardinillas de Carmen:

Pizza casera de anchoas y dátiles, de Juana:

¡Feliz día Mundial de la pizza!