A continuación el muchacho tomó por ambos hombros a la muchacha, la llevó de a poco contra el tronco del árbol más cercano para besarle sabrosamente en la boca.
¿qué estaba pasando?
No es que ella no lo estuviera deseando desde el día anterior, pero, no lo había logrado por las buenas maneras de la paciencia y en cambio... sí, había ocurrido enseguida de su velado reproche por tanto bla bla ¡Qué extraño...!
Eso no fue todo. Después de besarla durante algunos minutos, la trajo de vuelta al lugar donde habían estado conversando con los otros y se colocó en el medio, en el centro de un supuesto círculo de atención o escenario con una actitud tal que los otros supieron que iba a decir algo...
--Acabo de comprender una cosa... No es cierto que en los distintos mundos estemos como personas diferentes, apenas parecidas en el aspecto. En todos los mundos somos la misma persona por extraño que parezca. Ella --miró a Magda-- es la misma que ha sido mi compañera en muchos mundos distintos. Es que ahora no se acuerda... yo tampoco me acuerdo, o me doy cuenta de lo que estoy haciendo en otros mundos... pero estoy empezando a tener una sensación...
Los andromedarios se interesaron.
--Ah, qué lástima que estamos justo en un período Mur...! Pero igual explicanos qué es lo que sentís.
--Eeeh...
Manuel pensó en contarles de aquella sensación de que el estómago se le salía del cuerpo y se metía en el estómago de la flaca, que se unían y entonces hasta era capaz de sentir cualquier placer o dolor que ella sintiese... pero... Andá a saber vos si estos extragalácticos en realidad tendrían estómago y... si no, también si sabrían lo que se siente en el amor. Pero ellos lo pedían...
--Es como un radar... acá en el estómago, que resuena y me hace vibrar cuando estoy al lado de algunas personas
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