De nuevo los salvadores uniformados de la patria, de aquellos que protegen a los patriotas del capital y los bancos suizos, han acudido a la llamada de la sempiterna ley para expulsar a una familia cuyo único delito es Querer Quedarse en su Casa, allá en Elviña (A Coruña).
Pero su casa molesta, porque mejor que una casa son muchas, y mejor que una casa vieja es un parque ofimático y una urbanización, ¡dónde va a parar! Nuestros salvadores, bien armados y sin mojigatería (o sea, golpeando a diestro y siniestro), se encargan de limpiar la zona de indeseables que luchan por un derecho a vivir dignamente, por querer quedarse en su hogar.
Arriba, en el tejado, entre las personas que han intentado resistir la invasión, se encontraba aquel bombero que un día se negó a colaborar en otro vergonzoso desahucio. Él sí que supo ganarse el respeto. Como sus compañeros, que se han negado a colaborar con la comisión judicial para ejecutar el desalojo. Eso sí, ya los han sustituido voluntariosamente los agentes de la Policía Local, que tras subir ellos a la grúa han sacado tanto a las tres personas del tejado como a los que permanecían en el interior de la casa. Eso sí que es profesionalidad.
Fotografía: César Quian
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