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Temibles bestias extintas






Admirando los restos de habitantes marinos ya extintos: "Mesosaurios", "Plesiosaurios, "Pliosaurios", y los reyes del nado, "Ictiosaurios" / Fascinantes imágenes acompañan las descripciones de monstruosos habitantes del mar














NUEVAS INFORMACIONES, NUEVOS ENFOQUES








Los "Plesiosaurios" tenían el cuello largo y flexible, terminado en cabeza de lagarto. Impelían sus cuerpos en el agua impulsados por sus grandes aletas. Podían oscilar rápidamente su cuello, de un lado para otro, para así atrapar peces más fácilmente. Y algunas variedades llegaban a medir 12 metros de largo.








Los "Pliosaurios" en cambio tenían el cuello corto, la cabeza grande, y las mandíbulas poderosas armadas de afilados dientes. Sus aletas eran muy fuertes. Podían sumergirse a grandes profundidades para atrapar peces y ammonitas o ammonites. Y algunos ejemplares superaban los 10 metros de largo.







Los "Ictiosaurios" eran los mejores nadadores entre aquellos gigantes marinos. Tenían la cola terminada en aleta, probablemente para así poder saltar con ímpetu fuera del agua. Su cabeza terminaba en largas mandíbulas, llenas de filosos dientes, que le permitían capturar peces y belemnitas o belemnites. Esta especie fue originalmente identificada y nombrada en el año 1840 por el biólogo y paleontólogo inglés Sir Richard Owen.


En esos remotos tiempos había muchas clases de "Ictiosauros" (también conocidos como "Ictosaurios" o "Ichtyosaurios"). Algunos de 6 metros, mientras que otros incluso superaban los 12 metros de longitud.

Los "Ictiosaurios" -cuyo nombre significa "pez lagarto", "sauro-pez", o "pez reptil"- eran seres muy bien adaptados a la vida marítima. En su aspecto general externo se asemejaban bastante a los delfines y ballenas, y podían nadar demostrando gran agilidad y rapidez. Su potente cola le permitía dar altísimos saltos en el aire.

Su cabeza era grande y su cuello corto. Y sus mandíbulas alargadas, provistas de numerosos y afiladísimos dientes, le permitían alimentarse de peces y moluscos.


Los "Ictiosaurios" eran vivíparos, es decir, no se reproducían por huevos, sino que daban a luz crías vivas. Efectivamente, se han encontrado fósiles de estos reptiles marinos, con restos conservados de crías dentro de sus respectivos cuerpos.

También se han descubierto fósiles de "Ictiosaurios" que se han mantenido en tan buen estado de conservación, que se puede todavía distinguir en la roca, el contorno del respectivo cuerpo. Se impulsaban por medio de su poderosa aleta caudal (su cola), mientras que se dirigían con las aletas de los lados. Su gran aleta dorsal, impedía que el animal rodara, de un lado para otro, mientras nadaba. Y sus grandes ojos, le permitían ver en la profundidad del agua mejor que otras especies.








Pero uno de los más temidos habitantes marinos de esos antiguos tiempos, era el pequeño "Mesosaurio".

Los "Mesosaurios" fueron reptiles primitivos, que vivieron en el Paleozoico Superior. Eran parientes de los "Plesiosaurios", y en ciertos aspectos semejantes a los "Ictiosaurios", pero con una filogenia distinta.

Los "Mesosaurios", que figuran entre los más antiguos reptiles marinos conocidos, poseían sin duda sorprendentes características.

Sus respectivos cuerpos eran pequeños (de entre 45 y 60 centímetros de largo), de forma alargada, al igual que sus mandíbulas, que ostentaban numerosos y afiladísimos dientes.

Su cola era larga y puntiaguda. Los dedos de sus pies se hallaban unidos por una membrana, posiblemente para así facilitar sus desplazamientos en el medio acuático.


Se cree que los "Mesosaurios" eran carnívoros, y habitantes de lagunas y de cursos de agua.

Sus restos fósiles aparecen en rocas pensilvánicas (del Carbonífero Superior y del Pérmico Inferior) tanto en África del Sur como en las zonas de Brasil y de Uruguay, con una antigüedad cifrada entre los 310 y los 230 millones de años.

Pensemos con respeto sobre todos estos antiguos y extraños reptiles marinos. Y aumentemos nuestros conocimientos sobre ellos, sobre sus posibles comportamientos, sobre sus formas de alimentación y de reproducción, etcétera. Sus historias también forman parte de la rica y diversa historia de la vida en nuestro planeta.




PROCESO DE FOSILIZACIÓN: Muerte y acumulación de cadáveres, descomposición de partes blandas, enterramiento, diagénesis




Agradecimiento y cierre:






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