Get Even More Visitors To Your Blog, Upgrade To A Business Listing >>

Fauna impactante: El mundo de los dinosaurios y otros colosales monstruos: un ambiente sin duda muy poco amistoso

 

Fauna impactante: El mundo de los dinosaurios, y otras colosales bestias; un ambiente sin dudas muy poco amistoso


GRAN  VARIEDAD  DE  ESPECIES  DE  TAMAÑO  GIGANTESCO

Entremos a este escrito sobre los dinosaurios y sus parientes, recorriendo imágenes recreadas por artistas y paleontólogos.








ENORME  CARNÍVORO  BRITÁNICO

En el mundo de los dinosaurios, siempre hay novedades y curiosidades que conmueven a la comunidad científica. Por ejemplo tenemos nuevos ejemplares de criaturas del pasado encontrados en las canteras británicas.

Los Metriacanthosaurus vivieron en Inglaterra hace unos 160 millones de años, es decir, en pleno período Jurásico.

Estos animales tenían una cresta corta sobre el lomo.

Los expertos estiman que las espinas más cortas de su pequeña aleta, le darían una muy particular estampa. Este dinosaurio sin duda tenía un aspecto un poco jorobado.

Los Espinosaurios en cambio, vivieron en África del Norte unos 30 millones de años más tarde, en el período Cretáceo.

Estos feroces animales fueron popularizados en la tercera versión de Parque Jurásico, presentándolos como muy parecidos al famoso Tiranosaurio, pero dotados de una inmensa aleta curva sobre el lomo.

En realidad los expertos no se ponen de acuerdo en un punto básico y central: ¿Los Metriacanthosaurus fueron unos ejemplares primigenios de los Espinosaurios, o por el contrario fueron los antepasados de todo el grupo?


El primer ejemplar de Metriacanthosaurio fue encontrado en Inglaterra, en los albores del pasado siglo XX.

Al principio los paleontólogos consideraron que debía tratarse de un Megalosaurio. Y pasaron muchos años, y recién en 1964, el fósil fue rebautizado con el nuevo nombre de Metriacanthosaurio, palabra ésta que significa reptil moderadamente espinoso.

Como es de suponer los fósiles encontrados estaban incompletos, y sus dimensiones en realidad son desconocidas, pero se estima que fueron seres de colosal tamaño.

La especie a la que aludimos estaba indudablemente formada por animales bien equipados para matar, de costumbres carnívoras, con formidables mandíbulas dotadas de temibles dientes, afilados como navajas, y del tamaño de cuchillos de carnicero.

Lo más probable, es que el gran carnívoro atacara a los dinosaurios herbívoros de su época. Algunos investigadores especulan que tal vez, debió tener la piel manchada, para camuflarse en la naturaleza, como los tigres, que entre la maleza intentan pasar desapercibidos acechando así a sus presas.


FÓSIL DE GIGANTESCO ESCORPIÓN PREHISTÓRICO

El referido hallazgo fue realizado en Alemania, y así se pudo recuperar una pinza fosilizada de un escorpión marino gigante, que se supone alcanzaría unos dos metros y medio de largo.

Esa pieza fue localizada en una cantera próxima a la ciudad de Prum. La fenomenal pinza estaba impresa en una antiquísima roca, datada por los geólogos en 390 millones de años.

Este descubrimiento lleva a pensar en una época lejana, caracterizada por la existencia de insectos, arañas, y cangrejos, muchísimo más grandes que hoy día.

El informe fue publicado en la revista británica "Biology Letters", de la Royal Society, y señala que la espectacular pieza, perteneció a un euriptérido que vivió en la zona de Renania hace unos 460 millones de años.


Los escorpiones, que primeramente habitaron el medio marino, eran invertebrados y protegidos por una gruesa piel acorazada, y además articulados, lo cual les permitía moverse razonablemente rápido. Seguramente atrapaban peces y otras presas, valiéndose de apéndices gigantescos, sus temibles tenazas.

Algunos ejemplares se han conservado razonablemente bien, permitiendo identificar el lugar que ocuparon sus ojos y otras partes del cuerpo.

La fenomenal pinza hallada en esta oprtunidad mide 46 centímetros, lo cual lleva a los paleontólogos a concluir que el cuerpo de tan monstruoso ser, superaría los dos metros y medio, es decir, medio metro más que las anteriores estimaciones para los artrópodos de mayor tamaño.

Se sabía desde hace tiempo, gracias a los ejemplares extraídos de las ricas zonas fosilíferas, que existieron ciempiés monstruosos, cucarachas de gran talla, y libélulas inmensas (la Meganeura llegaba a una envergadura alar cercana a los 60 centímetros, y la Titanofasma por su parte tenía casi un metro de punta a punta de sus alas translúcidas).

Sin embargo, los científicos no habían caído en la cuenta de lo grande que pudieron llegar a ser algunos de estos animales de edades tan lejanas.

En opinión de Simon Braddy, Profesor del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Bristol, los euriptéridos fueron una especie acuática, desaparecida hace unos 255 millones de años.

Esos ejemplares son considerados por los especialistas, como ancestros de los actuales escorpiones y de todos los arácnidos.


PANORAMA DE LA VIDA EN EL TERCIARIO

El famoso límite KT, marca científicamente la transición del Cretácico, último período de la Era Mesozoica, a los albores de una nueva era llamada Terciaria, pletórica de nuevas manifestaciones vitales.

La ocurrencia de espectaculares fenómenos cósmicos (particularmente el choque de un asteroide en la península de Yucatán, impactos de cometas, y lluvias meteóricas), signó la extinción de los grandes saurios, y la vida tomó un curso nuevo.

Animales que habían vivido a la sombra de los dominadores, encontraron ricos nichos ecológicos que llenar. Y así pronto surgieron peces nuevos, insectos nuevos, y sobre todo, proliferaron los mamíferos.

Gigantescos pulpos y calamares poblaban los mares, en compañía de toda una legión de moluscos y otras formas diversas de vida acuática. Así era la vida dominante en el medio marino en los tiempos terciarios.

A orillas de los ríos, aparecieron gigantescos cocodrilos acorazados, de aspecto formidable. Eran reptiles dominantes, pero muy delimitados a su entorno, y como no se diversificaron, terminaron esfumándose.


Posteriormente surgieron aves corredoras de gran tamaño, como el Diatrima o el terrorífico Fororracoide.


Esas eran sin duda verdaderas máquinas de matar, “aves del terror” de hábitos carnívoros, con terribles zarpas, cabeza de enorme proporción, y picos que parecían excavadoras.

Fenómenos climáticos y telúricos de gran potencia se registraron entonces, de manera que numerosas especies fueron destruidas, a tal punto que los supervivientes resultaron infinitamente menos numerosos que los que habían sido borrados del libro de la vida.

En esta singular competencia biológica, los mamíferos consiguieron, a la larga, la mejor parte, el nicho más importante, pues supieron sacar el mayor provecho de las nuevas condiciones del medio ambiente.

La Era Terciaria es sin duda la era de los mamíferos, como la Era Secundaria es el período marcado por la supremacía de los reptiles.
EL ARSINOITHERIUM  EN ÁFRICA Y EL ORIENTE

En el norte de África, y particularmente en lo que hoy es Egipto, vivió hace 36 millones de años un animal gigantesco, el Arsinoterio, que por su aspecto externo debería haberse visto bastante parecido a un rinoceronte de nuestra época, pero que estudiado más profundamente en sus hábitos, podría ser catalogado mucho más cerca de un hipopótamo.

Como esta especie abundaba en Egipto, fue llamado así en honor a Arsinoé, princesa egipcia, hermana de Cleopatra, que a pesar de sus aspiraciones al trono nunca llegó a gobernar el país faraónico.



Ante todo, es preciso aclarar que donde hoy se divisa el gran desierto del Sahara, estaba ocupado entonces por tupidas selvas, surcadas por ríos de apreciable caudal en algunas comarcas, y con profundos pantanos en otras.

Las especies que habitaban esa zona eran sumamente ricas y variadas, en formas, variedades, y tamaños.

Junto a los antepasados de los actuales elefantes (los moeritherium) corrían los pequeños iracodontes, parecidos a las marmotas, pero del tamaño de las liebres.

Los Arsinoterios pasaban la mayor parte del tiempo semisumergidos en el agua de los ríos y lagos, como lo hacen hoy los hipopótamos. Del agua asomaban dos grandes cuernos curvados, además de presentar en su gigantesca cabeza, un par de pequeños cuernos romos.

Pero es importante señalar que el Arsinoterio no era pariente, ni del hipopótamo, ni del rinoceronte. Seguramente fueron las condiciones físicas y ambientales, las que le hicieron adoptar dicha forma y dichos hábitos.

Estos animales eran mamíferos de considerable porte, ya que algunos ejemplares medían unos tres metros y medio de largo y más de dos metros de altura. Estos ejemplares desaparecieron sin dejar descendientes. Eran de hábitos herbívoros, como lo muestran sus poderosas mandíbulas y sus particulares dientes, adaptados perfectamente para cortar plantas. 
Aparecieron en el Eoceno tardío y alcanzaron su esplendor en el Oligoceno temprano. Se propagaron por Egipto, Turquía, por el Sureste de Europa y llegaron hasta Mongolia. Una nueva especie, recientemente ubicada en Etiopía, alcanzó colosal tamaño: un gran  macho con cuernos de 80 centímetros, 4,70 metros de largo y un peso estimado en 2.700 kilos.

Era una criatura robusta, con una piel gruesa y sin pelos, parecida a la de los elefantes. Su gran  tamaño le exigía consumir mucha comida, La bestia podía correr  como lo hacen los actuales elefantes y rinocerontes. 
Vivía  en pequeños grupos. Su esqueleto era robusto y los huesos de sus extremidades, demuestran que las patas columnares eran como las del elefante, terminadas en pies con 5 dedos. Su dentadura completa era de 44 dientes, lo que indicaría que era un buscador selectivo de frutos y hojas, mangles y algas. Pasaba buena parte del tiempo, comiendo o en el agua.
Su estructura estaba diseñada para nadar y vadear, más que para caminar. Sus patas estaban adaptadas al medio acuático. Usaba sus cuernos para defenderse o embestir. Habitaba en selvas tropicales, lindantes con pantanos. Su gran tamaño y la constitución robusta lo hacían inmune a los depredadores, aunque algunos carnívoros pudieron haberse aprovechado de ejemplares jóvenes o enfermos.


Hace 28 millones de años, el África comenzó a acercarse a Europa, cercando al antiguo Mar de Tethis y elevando el suelo del Sahara. Se esfumaron los  canales y con ellos los manglares. Las serpientes gigantes  (como Gigantophis) que vivían junto al Arsinoitherium  y otros integrantes de esa fauna fabulosa, desaparecieron. 



CARLOS BRUNETTO, agradece a los amables lectores, su visita a este sitio digital, de difusión científica y cultural. 


This post first appeared on Hallazgos Paleontologicos En Uruguay Y Monstruos Antediluvianos., please read the originial post: here

Share the post

Fauna impactante: El mundo de los dinosaurios y otros colosales monstruos: un ambiente sin duda muy poco amistoso

×

Subscribe to Hallazgos Paleontologicos En Uruguay Y Monstruos Antediluvianos.

Get updates delivered right to your inbox!

Thank you for your subscription

×