"La decencia no pelea con nadie", dice un proverbio.
Negros: os convido a prescindir
de la obsesión de permanecer creyendo
que unas enemigas debemos percibir
en todas las alma no Negras, que más 'blancas'.
No es que pocas de aquellas no haya
que por el racismo y por circunstancias más
nos discriminan y palo al piso nos dan.
Pues procede a las susodichas encararlas,
sin ser con la obsesión de aniquilarlas.
Bueno, sí aniquilarlas pero que sea
arguyendo y enseñando de la mejor manera
para que lo aniquilado, en realidad,
sea del racismo su mugrosa bandera enarbolar.
Se dirá que son quienes hacen aquello
los culpables, que obvio. Sin embargo, eso
es como si a un perro pulgoso lo asesinamos
en cambio de las pulgas de su cuerpo eliminarlas.
Preciso: no es que recelosos no seamos
con 'blancos', ¡sino que en la paranoia no se caiga!