Una vez terminada nuestra visita a Bucarest, nuestro lugar de origen, y que hemos disfrutado en los posts anteriores, comenzamos nuestra ruta por Rumanía. Tomando el camino hacia el noroeste, atravesando la región de Transilvania, llegaremos a nuestro siguiente destino al pie de los Carpatos meridionales, el Monasterio de Cozia, un monumento de gran valor artístico y espiritual para Rumanía.
El Monasterio de Cozia está situado en la localidad de Caciulata y fue erigido por Mircea I de Valaquia en 1388, el mismo que hizo la Curtea Veche en Bucarest (¿recuerdas?), alberga su tumba y es uno de los monumentos más valiosos de arte medieval nacional y arquitectura en Rumanía.
El claustro fortificado data de la fecha de fundación (1388) y es el único de estilo bizantino conservado en Rumanía.
El aspecto inicial de la iglesia fue modificado en 1707 por Constantin Brâncoveanu, quién añadió una galería, una fuente nueva, una capilla y una torre de reloj, añadiendo a su arquitectura el estilo brâncovenesc, conocido también como renacentismo rumano.
Por último, decirte que la imagen de la iglesia del Monasterio fue usada como sello rumano en 1968.
El atrio de entrada
Como todos los monasterios ortodoxos cada palmo de sus paredes interiores y del atrio de entrada se encuentra cubierto de frescos policromados.
El interior
El iconostasio, que es el equivalente al retablo del altar mayor en las iglesias católicas, está decorado con pan de oro en su totalidad dándole una riqueza excepcional.
Las capillas están decoradas con frescos en los que predomina los colores rojizos y azules de gran valor artístico. Cozia se pintó entre 1390 y 1391 y algunos de los frescos originales todavía se encuentran muy bien conservados.
Su exterior bizantino
Los muros exteriores están decorados con rosetas de piedra, en filas horizontales de ladrillo y piedra, al estilo bizantino. Y los marcos verticales no tienen precedentes en la arquitectura valaca. El parecido con la iglesia de Lazarica indica que Mircea I contrató artistas serbios de la Escuela de Morava.
En la parte posterior de la iglesia podrás visitar un museo que contiene ornamentos, objetos de culto, monedas y documentos antiguos.
Es un monasterio de monjas
En este caso son monjas las que mantienen y habitan este monasterio permaneciendo hasta el final de su vida en él.
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