“Colgaban a los Guanches boca abajo y los esclavizaban”
El último mencey
Yúfera se levanta cada día a las cuatro de la madrugada para escribir, antes de incorporarse a su despacho de abogado, hacia las nueve de la mañana. Su pasión por la historia y su empeño narrativo le ha llevado a publicar las novelas El milagro de las abejas y, ahora, El último rey de Tenerife (Stella Maris), en la que urde una trama de intrigas y peripecias con dos personajes ficticios (uno de ellos abogado: ¡el oficio tira!) para reconstruir los días de 1496 en que fue sometida la isla de Tenerife, la última de las islas Canarias conquistadas por los españoles, bajo los Reyes Católicos. Sin tomar partido, emerge una crónica amena, un retrato emotivo del drama de aquellos últimos guanches.
El último mencey
Yúfera se levanta cada día a las cuatro de la madrugada para escribir, antes de incorporarse a su despacho de abogado, hacia las nueve de la mañana. Su pasión por la historia y su empeño narrativo le ha llevado a publicar las novelas El milagro de las abejas y, ahora, El último rey de Tenerife (Stella Maris), en la que urde una trama de intrigas y peripecias con dos personajes ficticios (uno de ellos abogado: ¡el oficio tira!) para reconstruir los días de 1496 en que fue sometida la isla de Tenerife, la última de las islas Canarias conquistadas por los españoles, bajo los Reyes Católicos. Sin tomar partido, emerge una crónica amena, un retrato emotivo del drama de aquellos últimos guanches.