Muchos retomamos esta semana la rutina habitual, Incluso algunos empezamos nuevos desafíos familiares. En cualquier caso, para casi todos es momento de desintoxicarnos Poco a poco de los excesos veraniegos. Por ello Sr. Padre ha pensado un plato sabroso, delicioso, pero súper sano a la vez. Incluso Aina que está haciendo dieta de 2100 calorías por la diabetes gestacional a la que intenta sobrevivir, pudo disfrutar al 100% de esta receta.

Parece sencilla, pero encierra unas cuantas trampas. En especial la cocción del salmón, un pescado que cambia drásticamente si está cocinado al punto. Un salmón pasado es seco, grasiento y muy pesado. Si por el contrario se hace a la perfección es una de mis proteínas favoritas.

Ingredientes:

Comenzamos por la elaboración de nuestra ensalada rica rica. Cortamos el pepino en rodajas longitudinales, y las zanahorias y la manzana en bastones con la mandolina. Picamos el tomate en cubos pequeños. Picamos muy finas todas las Hierbas. Yo he hecho trampa y he usado la thermomix, pero con un buen cuchillo y un poco de paciencia también es posible. Mezclamos todos los ingredientes con el yogur y las hierbas. Espectacular.

Siempre que compro salmón, lo compro entero y pido al pescader@ que me prepare los dos Lomos. Sale mucho más barato que comprado al corte y en mi opinión es como mejor se aprovecha la Pieza. Si sois pocos a la hora de comer, siempre se puede congelar uno de los lomos para más adelante (porque no unos ricos sashimis).

Una vez que tengamos los lomos, los dividimos en porciones y a cocinar. Ponemos la mejor sartén que tengamos a calentar y echamos un chorrito de aceite. Esperamos a que esté bien caliente y ponemos la pieza de salmón por la parte de la piel. Dependiendo del grosor de la pieza, necesitaremos más o menos tiempo, pero calculad entre 2 y 3 minutos por la parte de la piel y 1 minuto más por el otro lado. El truco es sencillo, solo hay que vigilar el perfil de la pieza. Cuando esté completamente rosado hay que sacarlo. Ni un segundo más. Es un pescado muy delicado y fácil de arruinar. Un salmón bien marcado por ambos lados y con toda su jugosidad en el interior es una pasada, ya veréis. Echamos flor de sal por encima y un poco de aceite en crudo. No soy de condimentar mucho el pescado, incluso cuando lo hago al horno también le doy esta finalización. Me parece una gran forma de disfrutar de su sabor natural.