Get Even More Visitors To Your Blog, Upgrade To A Business Listing >>

Magret de pato con puré de manzana

Hoy cocinaremos una fantástica pieza de magret de pato, acompañada de un sabroso puré de manzana casero. Una combinación realmente deliciosa.

Se trata de una receta fácil, más sencilla que el mecanismo de un chupete.

Siguiendo las instrucciones es casi imposible arruinar el plato, así que, aunque te consideres el más negado del Universo, no lo dudes e inténtalo.

El Magret, por si a alguno no le suena el nombre, no es ni más ni menos que una pechuga de Pato cebado (ese del que se obtiene el foie y el paté), y se suele comercializar en forma de medias pechugas envasadas individualmente al vacío, con un peso aproximado de entre 350 y 400 gramos.

Se trata de una carne roja y magra que viene acompañada, ineludiblemente, de una gruesa capa de grasa. Hasta hace no muchos años era casi imposible conseguirlo. Sólo unos pocos afortunados podían permitirse el lujo de degustarlo en Francia y en ciertos restaurantes españoles de alto postín, donde lo servían como una delicatessen y a precio de oro. A día de hoy se puede encontrar en cualquier supermercado. No es barato, pero tampoco excesivamente caro y, eso sí, sigue siendo una auténtica exquisitez.


LOS INGREDIENTES (2 px)

  • Magret de pato ( 1 pieza de 350-400 g)
  • Manzana (1 grande)
  • Pimienta negra
  • Sal Maldon


LA RECETA


Veamos esta receta en 7 sencillos pasos:
  1. Liberamos el magret de su envoltorio y lo colocamos, con la parte de la grasa hacia arriba, sobre una tabla de cocina. Con un cuchillo afilado, damos unos cortes en ella en forma de rombos (profundos pero que NO LLEGUEN A TOCAR LA CARNE) de entre 5 milímetros y 1 centímetro de lado más o menos. O sea, primero hacéis unos cortes en paralelo y luego otros en sentido perpendicular a los anteriores. Digo esto porque igual a alguno se le ocurre hacer los rombitos uno a uno con un bisturí. ¡Jeje...! ¡Que cosas más raras he visto!

  2. Se pone una sartén al fuego a baja intensidad. Si tenéis una graduación entre 1 y 10, seleccionad el 3 o el 4 como mucho. Se acomoda la pechuga, con LA GRASA EN CONTACTO CON El FONDO DE LA SARTÉN, sin aceite, ni sal, ni nada más.

    Con el calor, este manto blanco se irá deshaciendo poco a poco. El aceitillo fundido HAY QUE ELIMINARLO según se vaya produciendo, pero no se os ocurra tirarlo. Lo echáis en un bote de cristal limpio, y lo guardáis en el frigorífico para preparar, por ejemplo, unas patatas fritas de ensueño. No queremos que el ave se fría. Lo que pretendemos es que la carne se cocine por acción de un calor, digamos, "indirecto" y que la grasita se vaya fundiendo y tostando a la vez. En esta primera etapa, por tanto, la carne magra NUNCA debe entrar en contacto con el fondo de la sartén ni con la grasa derretida.

    Este proceso de ir eliminando lo sobrante puede durar entre 15 y 20 minutos.

  3. Cuando veáis que ya sólo queda una pequeña capita de grasa, totalmente crujiente y tostadita, pasaremos al siguiente proceso. A vuestros ojos, el pato seguirá tan rojo como si estuviera crudo. Pero no os asustéis. No lo está.

    En este momento, subimos ligeramente la temperatura del fuego y damos la vuelta al magret. Es decir, que la carne entre en contacto con el fondo de la sartén. Este proceso sólo debe durar alrededor de UN (1) minuto, procurando que se dore por todos los lados. Si lo mantenéis demasiado tiempo, quedará duro y correoso. Así que ¡OJO! Aquí es donde podemos estropear el plato.

  4. Ahora, antes de cortarlo, debemos dejarlo reposar para que sus jugos se asienten y no resulte sangriento, que bastantes carnicerías montan ya en la Casa Real. Para ello, lo envolvemos en papel de aluminio (qué haría yo sin él) unos 5 minutos para que se atempere.

  5. Para servir, lo sacamos de su envoltorio y procedemos a cortarlo en filetes, longitudinales o trasversales como en la foto de presentación, al gusto de grosor (más o menos 1 centímetro).

    Lo ubicamos artísticamente (hay una gran diferencia entre servir comida y "echar" de comer) en un plato precalentado (introducir el recipiente vacío NO METÁLICO en el microondas más o menos un minuto) para que no se enfríe.

  6. Espolvoreamos por encima pimienta negra recién molida y sal Maldon. Si no disponéis de este tipo de aderezo, lo cambiáis por sal gorda. De todas formas, os aconsejo que compréis este condimento ya que, aunque parezca muy caro, no lo es tanto. Se usa en muy pequeñas cantidades y, por tanto, dura mucho. Va muy bien tanto para carnes como para pescados.

  7. Lo podéis servir acompañado de un puré de manzana, por ejemplo. Para hacerlo, simplemente troceáis una manzana (la que más os guste, más o menos ácida o dulce según preferencias) y la introducís en el microondas durante unos 4 minutos o hasta que veáis que se ha quedado medio deshecha. La acabáis de machacar con un tenedor, y ya está. También se puede utilizar otro tipo de fruta, como la pera o el mango; o unos frutos rojos de temporada.

Se sirve recién hecho... y a disfrutar.


LA DEDICATORIA


Cómo no, debo dedicar esta receta al pato Lucas. Y también a Elmer, el frustrado cazador. Si hubiera conseguido atraparlo, a buen seguro habría disfrutado un buen magret...


¡Buen provecho!




This post first appeared on Pecadillos Gastronómicos: Recetas Fáciles, Cocina Sencilla., please read the originial post: here

Share the post

Magret de pato con puré de manzana

×

Subscribe to Pecadillos Gastronómicos: Recetas Fáciles, Cocina Sencilla.

Get updates delivered right to your inbox!

Thank you for your subscription

×