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El hombre al servicio de la economía y la ausencia de su voluntad


¿La economía está al servicio del hombre o el hombre está al servicio de la economía?
¿Es discutible? Ya parece que no. Al menos en el siglo XXI. El Hombre vive atado a un sistema económico que le obliga a generar dinero a costa de su libertad individual.

Por ejemplo:
El dueño de una gran empresa tiene que estar a la cabeza de la competitividad sino el rival le vencerá, desplazándolo. No tiene elección. Si no quiere desaparecer, la empresa tiene que ser "la mejor".
Este es el paradigma que siguen las empresas. Las excepciones no representan a la realidad. Luego en pos del liderazgo la empresa puede cometer errores que atenten contra la humanidad. Lo vemos todos los días en los noticieros. El fin justifica los medios.
Psicológicamente el hombre se somete a la economía como se sometía antaño a un dios. Le sirve, a costa de su libertad individual. Hace lo que le obligan sus leyes. No se rebela por temor a perderlo todo. Cree que es lo absoluto, es decir, no puede imaginar un mundo o un sistema diferente. No cuestiona. Defiende sus intereses. Ataca a los que piensan distinto. Acude a lugares 'sagrados' como los bancos, que es donde está la representación del "dios": el billete, la moneda. Es por eso que nos horrorizaríamos si alguien destruyera billetes. Como antes se horrorizaba uno cuando alguien profanaba la cruz o La Biblia. Solo un completo ignorante podría destruir un billete, un pagano. Haría falta convertirlo para que 'se dé cuenta', para que 'abra los ojos', para que 'viva en este mundo'.
Ahora, parece que los que tienen más dinero (los "favorecidos", los "bendecidos") están "mejor". Aparentemente sí. Pero solo en apariencia. Puesto que son tan sirvientes del "dios" como cualquiera. Solo cumplen un papel, un rol distinto. Pero servir a la economía, en mayor o menor escala, sigue siendo servir. Incluso el hecho de "tener más" lo hace a uno, a la vez, más esclavo de lo "tenido". Uno siempre se aferra a "lo que tiene".  Creer estar "mejor que otros" es la ilusión que uno se fabrica para no ver que en realidad no tiene elección. Solo un esclavo no puede elegir ni decidir sobre su vida. Pero todos nos creemos libres. Parece cierto que mientras más libre se estima una sociedad es cuando más esclavizada está por una ilusión de libertad.
Así, las personas hacemos que el "dios" siga vivo y vigente. Hacemos girar la maquinaria de la economía Cada Vez que compramos o cada vez que invertimos. Seguir otro camino nos costaría caro. El destierro. Nos veríamos atrapados, sin salida. El "dios" no nos ha enseñado a ver con nuestros propios ojos e imaginar un mundo distinto, no digamos "mejor". ¿No lo hay? ¿No se puede vivir de un modo diferente al de hoy? Es muy probable que no que en este preciso instante no. Pero eso no nos limitaría de poder imaginar otro sistema. No nos quita la posibilidad de idear y proponer. A menos que rompamos relaciones con el sistema económico ¿quién lo haría? Luego si en el futuro se da un cambio de sistema (la historia nos ha demostrado que los sistemas son etapas temporales) será a partir de éste, pero no será llevado a cabo por personas psicológicamente sometidas, sino libres de la influencia de la época.
***
Les dejo La Corporación. Excelente documental. Desenmascarador. Para ver la información sobre el documental dar click aquí


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