Lumpen fue el nombre que los antiguos romanos le dieron a la ausencia de luz. De hecho, llamaron lum al esplendor o claridad de la luz, mientras que a su ausencia, su falta o carencia, la llamaron pen. Un lumpen es, propiamente, un 'alma en pena', la negación abstracta de todo intelligere y de todo religare, la representación más próxima, más fiel y viviente, de la pobreza espiritual. Sin la