Para empezar a hablar sobre el Inmovilizado de un negocio es importante tener claro qué es. Cuando hablamos de inmovilizado nos referimos al conjunto de activos de los que dispones para realizar tu actividad profesional. Deben tener una vida útil para tu negocio mayor qué un año y no ser circulantes. Esto significa que no pueden ser convertidos en líquido (dinero) ni consumidos en un periodo inferior a un año fiscal.

Desde un punto de vista del Plan General Contable, dentro de las cuentas anuales se engloban en el grupo 2, dentro de el Balance de situación como parte del activo no corriente.

Tipos de inmovilizados que existen.

Cuando hablamos de inmovilizado siempre nos referimos a Inmovilizado Material e inmovilizado inmaterial.

Inmovilizado material.

Esta agrupación engloba el conjunto de activos y bienes físicos de larga duración y que son necesarios para el desarrollo profesional y económico del negocio. Como decíamos más arriba, no pueden venderse (convertirse en líquido) durante el primer año.

Algunos ejemplos de inmovilizado material serían el mobiliario, equipos informáticos, elementos de transporte, etc.

Ten en cuenta que es importante tener en cuenta tu actividad profesional ya que si tienes una tienda de ordenadores, tus equipos deberán clasificarse como existencias y no como inmovilizado material.

Inmovilizado inmaterial.

Inmovilizado inmaterial es todo aquel activo intangible. Al igual que el inmovilizado material, el inmaterial no se adquiere con intención de venderse sino con el objetivo de mejorar el proceso productivo. Su duración en la empresa debe ser también superior al un año.

Ejemplos de inmovilizado inmaterial lo pueden ser las herramientas de trabajo digitales como Office o Photoshop. Pero también las patentes, propiedad intelectual, concesiones administrativas, etc.

Como deducir el gasto por la compra de inmovilizado.

Lo primero y como venimos comentando a lo largo de todo el post es que debemos tener en cuenta la duración del inmovilizado. Al ser superior a un año no podemos imputar de golpe el gasto en el momento de la compra, sino que se debe repartir en tantos años como se considere que este inmovilizado formará parte de nuestra cadena de producción.

Por poner un ejemplo si un diseñador gráfico adquiere un ordenador y una licencia informática para un software deberá repartir la deducción en los años que estipule necesarios. Este concepto se conoce como amortización y por resumirlo mucho es la periodificación del gasto entre los años que durará un activo en un negocio.

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