Así empezó Oriana a contarme sobre el chico que le gusta y “le está moviendo el piso”. ¿Por qué un secreto?, le pregunté. “Es que mi mamá ve con malos ojos a la gente que se desenvuelve en esos medios… y nadie lo sabe”, respondió casi como un susurro. Se trataba de Javier, el instructor del gimnasio al que va Oriana. Efectivamente, el chico tenía buena pinta y el típico perfil de los