Siendo las 8:13 de la noche, sentada sobre mi cama, me pregunto por qué me siento así. Ya son varios meses que no tengo ganas de algo: todo “me llega”. Casi todo el tiempo estoy triste, las lágrimas me siguen a todos lados, ¡lloro hasta cuando camino! No Puedo pensar en algo: mi mente vuela. Cuando trato de hacer las tareas del colegio se me vienen ideas dispersas, ¡no puedo ordenarlas! El