A lo largo de la historia de la Radiestesia, numerosos sacerdotes han sabido dar a conocer esta práctica.
En el 2006 apareció esta excelente película de Alejandro Doria sobre la vida y obra del sacerdote sanador, el Padre Mario Pantaleo. El afiche del filme muestra en un diseño muy logrado las manos del Padre Mario (fotografía que recuerda mucho a las manos que inmortalizara Dürer en su famosa pintura) sosteniendo un péndulo Mermet.
Mermet fue un abate francés de una extraordinaria sensibilidad radiestésica, a través de este oficio fue que pudo encontrar a personas perdidas, fuentes de agua, o realizar precisos diagnósticos médicos.
Y si hablamos de Mermet, debemos hablar también de otro abate francés: Alexis Bouly quien le diera la denominación de Radiestesia a esta práctica, allá por el 1933 ante la Academia de Medicina de París, con la intención de ofrecer al “mundo científico una herramienta certera de aplicación concreta en su polifacético universo”.
Actualmente, podemos mencionar en Argentina al Padre Ricardo Gerula, uno de los mayores expertos de todo el mundo en la Radiestesia, pionero en la divulgación de la Geobiología en el país, destacado conferencista y autor de importantes obras sobre esta ciencia.
La asociación entre el oficio sacerdotal y el radiestésico no es fortuita, obviamente, la Radiestesia está muy asociada a la concentración, al culto del silencio amable y a la humilde plegaria, valores que estas personas (y muchas otras mas) han sabido plasmar fielmente en sus prácticas y en sus vidas.
En el 2006 apareció esta excelente película de Alejandro Doria sobre la vida y obra del sacerdote sanador, el Padre Mario Pantaleo. El afiche del filme muestra en un diseño muy logrado las manos del Padre Mario (fotografía que recuerda mucho a las manos que inmortalizara Dürer en su famosa pintura) sosteniendo un péndulo Mermet.
Mermet fue un abate francés de una extraordinaria sensibilidad radiestésica, a través de este oficio fue que pudo encontrar a personas perdidas, fuentes de agua, o realizar precisos diagnósticos médicos.
Y si hablamos de Mermet, debemos hablar también de otro abate francés: Alexis Bouly quien le diera la denominación de Radiestesia a esta práctica, allá por el 1933 ante la Academia de Medicina de París, con la intención de ofrecer al “mundo científico una herramienta certera de aplicación concreta en su polifacético universo”.
Actualmente, podemos mencionar en Argentina al Padre Ricardo Gerula, uno de los mayores expertos de todo el mundo en la Radiestesia, pionero en la divulgación de la Geobiología en el país, destacado conferencista y autor de importantes obras sobre esta ciencia.
La asociación entre el oficio sacerdotal y el radiestésico no es fortuita, obviamente, la Radiestesia está muy asociada a la concentración, al culto del silencio amable y a la humilde plegaria, valores que estas personas (y muchas otras mas) han sabido plasmar fielmente en sus prácticas y en sus vidas.
