El autónomo económicamente dependiente (TRADE) es un trabajador freelance que realiza su actividad profesional para una empresa de la que percibe, al menos, el 75% de sus ingresos. Dicho de otra manera, se trata de un freelance de larga duración y casi a jornada completa. En estos casos el trabajador autónomo y la empresa tienen que formalizar un contrato que valide esta situación y deberá quedar registrado en la oficina del Servicio Público de Empleo Estatal.

 

 

Firmar un contrato con un TRADE significa un compromiso de trabajo por ambas partes. Mientras el trabajador autónomo se compromete a cumplir con unas tareas durante el periodo de tiempo marcado, la empresa (o cliente) se compromete a mantener la demanda de trabajo durante el tiempo pactado.

 

Una de las ventajas principales para tu empresa a la hora de contratar un autónomo dependiente es el ahorro de costes que esto puede suponer. El autónomo se hace cargo de las cuotas de la Seguridad Social además de todo el material que pueda necesitar para realizar el trabajo encargado.

 

El compromiso con el freelance no es permanente. El contrato se firmará por el periodo de tiempo que pactes con el freelance y se puede renovar las veces que sea necesario. Por ejemplo, si sabes que vas a necesitar un autónomo para que realice el trabajo durante un año con expectativas de que el proyecto pueda prolongarse, puedes firmar un contrato por un año con el trabajador autónomo y renovarlo por un año más si el proyecto continúa.

 

Además, en el contrato puedes añadir una cláusula de indemnización por si una de las partes decide finalizar el contrato por voluntad propia antes de lo acordado, lo cual incentiva el nivel de compromiso tanto por parte de la empresa como del freelance.

 

 

- Los datos para identificar las dos partes del contrato (freelance y empresa).

 

- El objeto y la causa del contrato.

 

- Fecha de inicio y fin de contrato, con la opción de añadir cláusulas de indemnización si se incumplen las fechas por alguna de las partes.

 

- El régimen de la interrupción anual de la actividad por parte del autónomo, del descanso semanal y de los festivos. Por ley tendrá derecho a una interrupción anual de 18 días hábiles, aunque se pueden pactar más días si así se hace constar en el contrato.

 

- La duración máxima de la jornada, incluyendo la distribución semanal de horas.

 

- El trabajador autónomo deberá hacer constar en el contrato su condición de ser económicamente dependiente respecto a la empresa que lo contrata.

 

- Por último se deberá incluir una declaración de cumplimiento de todos los requisitos legales que se exigen en el Real Decreto 197/2009, de 23 de febrero, al trabajador autónomo económicamente dependiente.

 

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