A pesar de los avances tecnológicos que parecen llevarnos vertiginosamente a nuevos escenarios, en el fondo -detrás de escenas-, hay una ley universal en la humanidad que nos demuestra que los acontecimientos, las herramientas y los hechos se repiten. Mostrándonos que los asuntos no se han resuelto y que su retorno es una prueba más de nuestra visión limitada de la realidad

La globalización, por ejemplo, no es del todo nueva. La humanidad la ha vivido antes en acontecimientos históricos como la Ruta de la Ceda y, quizás la más importante, los intentos de colonización que empezaron con el imperio romano y continuaron con la conquista de África y América en una búsqueda no terminada por continuar el mundo.

Hoy vivimos una nueva era con la globalización que da señales de que ha fracasado también al agotar el crecimiento de mercados, en donde la búsqueda de nichos, necesidades y territorios han llegado a su límite, lo que nos llevará a una nueva crisis, por cierto, también cíclica, que dará por resultado un nuevo sistema de producción, en donde por primera vez, la mano de obra y mucho del talento humano ya no serán necesarios.

Micro ciclos

Esto también ocurre a nivel micro, con nuestras empresas y asuntos personales. El tiempo es circular como recordaba Úrsula el fantástico personaje de Gabriel García Márquez en Cien Años de Soledad.

En el caso de la mercadotecnia el tiempo también está mostrando su circularidad. Años antes de la irrupción de las Redes Sociales, la búsqueda de nichos era el denominador común del mundo empresarial, por ello prosperaron infinidad de revistas de nicho y en los inicios del marketing digital el uso de Newsletter (boletines de noticias) , que se enfocaban al mercado potencial al que las empresas se enfocaban, principalmente entre negocios que se definieron B2B.

Pero las modas determinaron la aplicación de las herramientas de mercadotecnia hacia la explotación de las Redes sociales, los vídeos y la interacción con usuarios. Muchas empresas han tenido éxito, pero no todas, principalmente porque el crecimiento orgánico va en contra de los intereses comerciales de los dueños de las redes sociales, de modo que no importa tanto que tanto crezca esas comunidades, el mensaje no llegará si no se paga publicidad.

Es muy claro que las soluciones no son para todos. Sin duda muchas empresas y emprendedores han sabido aprovechar con éxito las redes sociales, pero no todas las empresas pueden seguir el mismo camino. Pero el reto más grande son las empresas que no tienen grandes presupuestos para lograr su posicionamiento, es decir las PYMES.

Aunque los mismos youtubers exitosos se han estado quejando del alcance limitado culpando a un algoritmo de Youtube que probablemente no tiene que ser necesariamente por criterios políticos sino de rentabilidad.

Los retos no resueltos de las redes sociales

Los newsletters no desaparecieron por completo, pero entre los empresarios de PYMES la moda prevaleció sobre la eficiencia, a pesar de que sus mercados eran nichos perfectamente definidos. Había una razón poderosa para este cambio. Los correos electrónicos se saturaron de spam y de un uso indiscriminado de mensajes comerciales, los usuarios se alejaban de los correos por saturación de información.

Pero en las redes sociales ha ocurrido un fenómeno similar. La saturación es inevitable y las redes lo provocan porque sobreviven de la publicidad, los intereses comerciales prevalecen sobre los intereses de información de los usuarios de modo que ahora los usuarios se alejan de las redes en búsqueda de información que les sea de interés.

Los números de las redes sociales aún son festivas por su crecimiento, pero su índice de participación en es ya escandalosamente bajo, en redes sociales más exitosas como YouTube o Tik Tok, las cifras no alcanzan ni el 6%, además del limitado alcance que mencionamos antes.

La filtración de la información se modificará de forma importante cuando surjan agentes personalizados de inteligencia artificial que sean capaces de buscar en la web información de valor e integrarlo en una lista de lectura, quizás no tarde mucho en que los tengamos a disposición, pero aun en esos casos la generación de información de valor será importante para poder ser parte de esas listas.

Información de interés

El gran reto de un Newsletter de éxito es que éste cuente con información de valor para el usuario, desde esta perspectiva hay dos modelos de negocios: sistemas de suscripción o modelos de negocio patrocinado.

En ambos modelos también hay que rescatar la importancia de que el valor de la información sea para el usuario y que los patrocinadores o los oferentes de información limiten sus intereses comerciales y den importancia al contenido. Algo que suena ahora extraño en un mundo de ganancias a corto plazo y la exigencia de resultados está determinados por inconvenientes límites de tiempo.

Pero la calidad de la información es una llamada urgente de públicos que requieren de información para tomar decisiones. En este sentido el papel del editor editorial -que no curador, ni Publisher- es fundamental, siempre y cuando tenga la fuerza suficiente para determinar contenido de calidad para el lector y no para el anunciante, lo que lleva una posible restablecimiento de modelos de negocio centrados en producir, filtrar y adaptar contenido que genera el mercado pero para ayudar a su público y no necesariamente a sus patrocinadores, que tendrían que recurrir a la creatividad de sus agencias de publicidad para generar interés por sus productos en esos boletines de noticias.

Para las marcas es más fácil generar un Newsletter que sea producido bajo sus mismas reglas. Aun salvando el reto de la objetividad que un usuario puede detectar de inmediato, falta resolver que se genere contenido que realmente sea de interés para los lectores, lo que significa ampliar el contenido a temas que no aportarán conversiones, ni generación de prospectos, sino Branding con beneficios indirectos e indeterminados.

Lo interesante a final de cuentas es que estos temas están recuperando interés, algo que honestamente creía perdido después de décadas oscuridad.