La expresión "ahorrar en el Chocolate del loro" se utiliza para referirse a recortar gastos en cosas de mínima importancia durante una situación financiera complicada, sin que esto solucione los problemas económicos más graves. Son ahorros insignificantes.

Hay diferentes versiones del origen de esta expresión con distintos protagonistas. Más o menos todas coinciden en un indiano que en siglo XVIII había vuelto a España con una gran fortuna, lo que les llevaba a vivir en mansiones en las que plantaban palmeras, las decoraban con objetos exóticos, tenían curiosas mascotas, agasajaban  a sus invitados con una taza de chocolate, e incluso le daban una onza de chocolate al loro. En esa época el chocolate era un producto de ultralujo, era importado de las Américas. El indiano de nuestra historia no logro mantener su fortuna y cuando tuvo que apretarse el cinturón, solamente se le ocurrió una medida de ahorro tan poco efectiva como suprimir la onza de chocolate que le daba al loro, pero seguía invitando a merendar chocolate a sus vecinos. Ya hemos hablado de la ilusión de superioridad social

Por cierto buscando la imagen para ilustrar la expresión ahorrar en el chocolate del loro, me he encontrado un exprimidor de tubos de pasta de dientes que cuesta 350,29 € ¡leches! Si que tienes que consumir pasta dentífrica para amortizarlo... quizás aquí podríamos hablar de matar moscas a cañonazos.